Liubliana, la encantadora y elegante capital de Eslovenia

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Liubliana es una ciudad bella, amable, culta y con un centro histórico compacto y fácil de recorrer andando. La capital de esLOVEnia es tranquila y al mismo tiempo vibrante, una ciudad a la que siempre se quiere volver.

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Cuando alguien empieza a imaginar un viaje a Eslovenia, tal vez su primera dificultad sea aprender a pronunciar el nombre de su capital, Ljubljana. Afortunadamente, es una cuestión muy fácil de resolver. Tan solo hay que sustituir las «j» por «i», de manera que queda Liubliana, mucho más entendible y sin peligro de emitir sonidos incoherentes y/o ininteligibles. En este artículo alternaremos ambos apelativos.

Ljubljana tiene unos 280.000 habitantes, y se ubica en la región de Eslovenia Central, que como su nombre indica está en el centro del territorio nacional. Atraviesa la ciudad el río Ljubljanica (pronunciado Liublianica), que desemboca en el Sava cerca Podgrad.

Tiene un tamaño ideal para visitarla paseando, ya que sus puntos de interés más importantes se encuentran cerca unos de otros, la mayoría en la zona del centro histórico y los alrededores del Ljubljanica.

Es una ciudad muy adecuada como base para visitar Eslovenia, dado que se encuentra bastante equidistante de muchos de los principales puntos de interés del país: a 23 km de Škofja Loka, 30 km de Kranj, 52 km de las cuevas de Postojna y castillo de Predjama, 54 km de Bled, 77 km de las cuevas de Skocjan, 120 km de la costa adriática (Koper, Izola, Piran), 130 km de Máribor y 140 km de Ptuj.

Ljubljana fue la ganadora de los premios Mejores Destinos Europeos 2022 otorgado por European Best Destinations. Čestitke Ljubljana!

👉🏽 Te contamos nuestro viaje al bonito país balcánico: Ruta, campings, lugares que ver en Eslovenia en el post Viaje en caravana a Eslovenia.

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Primer contacto con Liubliana

Nuestro primer contacto con la capital eslovena fue durante la 2a etapa del viaje, en el Camping Bled. El camping se encuentra en la orilla del mismísimo lago Bled, donde esta la isla más icónica, turística y fotografiada del país. Aquel día madrugamos. Primero fuimos a Kranj, también conocida como la «capital de los Alpes eslovenos», y luego a Škofja Loka, una ciudad que solo por su nombre ya es obligatorio visitar.

A las 3 de la tarde ya habíamos visitado las dos ciudades, mucho antes del tiempo previsto. Tras comer unos bocatas, sentados en el maletero de nuestro coche en un aparcamiento de Škofja Loka, decidimos acercarnos a Liubliana.

Quedaba mucho día por delante, y a menos de media hora por buena carretera, era un plan totalmente asequible. Al día siguiente teníamos reservado un free tour por Liubliana en español, y además un primer contacto con la ciudad nos sería útil para localizar el punto de reunión de la visita guiada.

Aparcar cerca del centro histórico

Tanto si se llega a Liubliana desde Škofja Loka como desde Bled, el acceso habitual hacia el corazón de la ciudad pasa por la avenida Celovška cesta, el tramo liublianés de la antigua ruta comercial entre Liubliana, Gorenjska y Klagenfurt (Austria).

Un buen lugar para aparcar el coche es en los alrededores de las plazas de la República y del Congreso, muy cerca la una de la otra, y ambas a dos pasos del centro histórico, donde hay muchísimo que ver sin coger ningún transporte.

En la calle Šubičeva (Šubičeva ulica), que une ambas plazas, existe un moderno parking subterráneo (Parkirna hiša Šubičeva) a la altura de la Plaza de la República, bajo un lujoso centro comercial con tiendas, bares y restaurantes.

Todavía más cerca del centro histórico, en la Plaza del Congreso se encuentra el Parking Kongresni trg, a menos de cinco minutos andando de la Plaza Prešeren, el Triple Puente y la Oficina de Turismo.

Torres TR2 y TR3, en la Plaza de la Republica de Liubliana
Torres TR2 y TR3, en la Plaza de la Republica de Liubliana. Fotopogledi / Shutterstock.
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El parking de la calle Šubičeva es el más aconsejable a efectos turísticos, ya que la visita a la capital eslovena puede empezar allí mismo, en la gran Plaza de la República (Trg Republike). Declarada monumento cultural de importancia nacional, acoge el edificio del Parlamento esloveno, un ejemplo de arquitectura socialista construido entre 1954 y 1959.

Más imponentes todavía, en el extremo opuesto de la plaza se alzan la torre TR2, sede del Nova Ljubljanska banka (NLB) y la torre TR3, donde por cierto se encuentra la sede del Instituto Cervantes en Liubliana. También forma parte del conjunto arquitectónico el Cankarjev dom, el centro cultural y de congresos más grande de Eslovenia.

Plaza del Congreso

Desde la Plaza de la República, en dos minutos paseando llegamos a la Plaza del Congreso (Kongresni trg). Está inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, como parte de la obra en Ljubljana del arquitecto Jože Plečnik (1872 – 1957), una personalidad omnipresente en la ciudad.

Otras obras de Plečnik en Ljubljana son el Triple Puente, el Puente de Trnovo, el Puente de los Zapateros, el Mercado de Plečnik, la iglesia de San Miguel o la Iglesia de San Francisco de Asís.

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Un rincón de la Plaza del Congreso de Ljubljana. En la imagen, la iglesia de las Ursulinas.

Los edificios más importantes de la Plaza del Congreso son la Iglesia de la Trinidad o de las Ursulinas (1718), el Casino (Kazina) (1836), la Filarmónica de Eslovenia (1889) y el Palacio Regional de Carniola (1899), actual sede del rectorado de Universidad de Liubliana.

En el centro de la plaza está el parque Zvezda, el primer parque público de la ciudad, donde destacan algunas estatuas y sus grandes plátanos de sombra, una bendición cuando aprieta la calor en verano.

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Parque Zvezda, en la Plaza del Congreso. Al fondo, la sede del rectorado de Universidad de Ljubljana.

La plaza y sus alrededores son muy agradables. Calles peatonales con gente paseando y comprando, espacios verdes, bonitos edificios, multitud de comercios y gran ambiente en las terrazas de los bares y cafés, llenas de gente disfrutando del tiempo veraniego.

Para rematar, un clima ideal, con calor pero muy soportable. La verdad es que la primera impresión de la capital de Eslovenia no puede ser mejor.

Pasarela del Mercado de Pescado

Vista la plaza y localizado el punto de reunión del free tour del día siguiente —delante de la Filarmónica de Eslovenia— seguimos paseando. Descendemos hacia el río Ljubljanica por la Escalera Gerber (Gerberjevo stopnišče).

Las escaleras desembocan en Hribarjevo nabrežje, un bonito paseo peatonal paralelo al río con cafés, restaurantes y terrazas llenas de gente, justo ante la Pasarela del Mercado de Pescado.

La Pasarela del Mercado de Pescado (Ribja Brv) es un sencillo puente peatonal, que comunica esta parte de la ciudad con la Plaza del Mercado del Pescado (Ribij trg), en la otra orilla. Es la plaza más pequeña de la ciudad.

En el número 2 de la pequeña plaza se encuentra la Polževa hiša, la casa más antigua de la capital eslovena. La construyó en 1528 Volbenko Posch (Wolfgang Bosch según las fuentes), un rico comerciante de vinos de liublianés.

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El Triple Puente sobre el Ljubljanica. Tras él, la Iglesia franciscana de la Anunciación, desde la pasarela peatonal.

La pasarela es un punto ideal para disfrutar de unas vistas magníficas. Por un lado el Triple Puente y tras él, la Iglesia franciscana de la Anunciación, con su característica fachada de color rosa. Si nos damos la vuelta, río arriba veremos otro de los puentes históricos sobre el Ljubljanica, el Puente de los Zapateros, siguiente parada del recorrido.

Puente de los Zapateros

Visto el paisaje y tomadas las fotos de rigor desde la mitad de la pasarela, volvemos tras nuestros pasos al animado Hribarjevo nabrežje. Paseando tranquilamente entre peatones y terrazas de cafés llenas hasta la bandera, en menos de cinco minutos llegamos al Puente de los Zapateros.

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Puente de los Zapateros (Čevljarski most). Cezary Wojtkowski / Shutterstock.

El Puente de los Zapateros (Čevljarski most) tiene un origen muy antiguo, al menos desde el siglo XIII. En la edad media, en los laterales del puente —entonces de madera— se instalaban los carniceros, que vendían allí sus productos. Cuando la ciudad creció, esta ubicación se volvió poco adecuada.

El agua con que se limpiaba la carne fluía por las calles, y representaba un peligro para la salud pública por su hedor y riesgo de epidemias. Así, en 1641 los carniceros fueron trasladados a otro punto de la ciudad.

A mediados del siglo XIX, un incendio lo dejó muy deteriorado y se reconstruyó también con madera, trasladándose allí los talleres y casetas de los zapateros y adquiriendo su nombre actual. Entre 1931 y 1932 se construyó el puente de hormigón que vemos hoy, con sus característicos pilares decorativos, obra de Jože Plečnik.

El Ljubljanica, desde el Puente de los Zapateros. Al fondo, la Pasarela del Mercado de Pescado.
El Ljubljanica, desde el Puente de los Zapateros. Al fondo, la Pasarela del Mercado de Pescado.

Cruzando el puente, llegamos a Cankarjevo nabrežje. Igual que su gemelo de la otra orilla, el paseo esta lleno de terrazas y gente tomando algo en familia o con amigos. El ambiente es estupendo. Volvemos en dirección a la Pasarela del Mercado de Pescado, ahora río abajo por la otra orilla. La pasamos de largo y nos dirigimos hacia la oficina de turismo.

Oficina de Turismo – Tourist Information Center (TIC Liubliana)

Desde el Puente de los Zapateros, por Cankarjevo nabrežje se tardan apenas 5 minutos en llegar a la Tourist Information Center (TIC Ljubljana), en Adamič-Lundrovo nabrežje 2. Se halla justo frente al Triple Puente, que conduce a la Plaza Prešeren. Lamentablemente, son las 17,02 h y la oficina ha cerrado hace dos minutos. Al día siguiente volveremos y visitaremos.

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Oficina de Turismo de Liubliana, en Cankarjevo nabrežje. A la izquierda, justo fuera de la imagen, está el Triple Puente.

Evidentemente, no es un lugar de visita imprescindible. Pero es recomendable visitar las oficinas de turismo, aunque hayamos estudiado concienzudamente los lugares a visitar antes de emprender el viaje.

Y más si como en este caso, se encuentran en pleno corazón del lugar que vamos a ver. Sus profesionales, además de resolvernos cualquier duda, a menudo nos desvelarán alguna de esas curiosidades, detalles o consejos prácticos que únicamente conocen los nativos.

Plaza de la Ciudad

Aunque delante mismo de la Oficina de Turismo se encuentran el Triple Puente y la Plaza Prešeren, los dejamos para mas tarde. En dirección contraria, por la calle Stritarjeva (Stritarjeva ulica), en 2 minutos se llega a la Plaza de la Ciudad. Es lo que en España se conocería como la Plaza Mayor.

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Calle Stritarjeva. Al final de la calle, en primer término la Fuente Robba, en la Plaza de la Ciudad. Arriba, el castillo.

La Plaza de la Ciudad (Mestni trg) es uno de los centros neurálgicos de la Ljubjana medieval desde el siglo XII. En realidad parece más una calle, ensanchándose en el lugar donde se encuentran sus principales puntos de interés, el Ayuntamiento y la Fuente Robba.

Luego la plaza vuelve a estrecharse hasta confundirse con la plaza Ciril Metodov, que igualmente parece más una calle que una plaza. Por sus características urbanas, recuerda un poco a la Place de la Palud de Lausanne, la tranquila ciudad a orillas del lago Léman.

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Plaza de la Ciudad (Mestni trg).

Tenga la forma que tenga, el lugar es muy bonito, tal vez uno de los rincones con más personalidad de Liubliana. Su aspecto es muy elegante, gracias a sus edificios renacentistas y barrocos, que ocupan el lugar de las anteriores edificaciones medievales, demolidas tras el terremoto de 1511. El llamativo pavimento, perfectamente adoquinado con piedra gris, contrasta con los edificios de colores pastel, acentuando el atractivo de todo el conjunto.

El Ayuntamiento se construyó a finales del siglo XV, aunque su aspecto actual data de 1719, cuando se realizaron reformas en el edificio original. Posteriormente se realizaron varias restauraciones. La Fuente Robba fue diseñada por el escultor veneciano Francesco Robba entre 1743 y 1751.

Por mencionar alguno de los elegantes edificios que rodean la plaza, frente al ayuntamiento se encuentra la Casa Krisper, donde vivió el famoso compositor bohemio Gustav Mahler entre 1881 y 1882.

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Ayuntamiento de Liubliana, en la Plaza de la Ciudad.

Catedral de Ljublana

Siguiendo la calle por Ciril Metodov (Ciril-Metodov trg), en aproximadamente un minuto llegamos a la altura de la Catedral de Ljubljana (Stolnica svetega Nikolaja), también llamada Iglesia de San Nicolás (cerkev sv. Nikolaja). Se edificó entre 1701 y 1706 o 1707 según las fuentes, según el diseño del pintor, arquitecto y teórico italiano Andrea Pozzo, que envió los planos desde Roma un año antes de empezar su construcción.

En su lugar, anteriormente hubo una basílica romana, y posteriormente una iglesia gótica, que se demolió completamente para construir el nuevo templo. Su demolición empezó el 8 de abril de 1701, y el 28 de septiembre empezó la edificación de la nueva catedral. La cúpula no se completó hasta 1841, sustituyendo a una anterior fabricada con madera.

Catedral de Liubliana
Fachada lateral de la Catedral y la Puerta de Ljubljana, en Ciril-Metodov trg. Leonid Andronov / Shutterstock.

En el interior de la nave se encuentran obras de Francesco Robba, autor de la Fuente Robba de la Plaza de la Ciudad, del mismo Andrea Pozzo, y por supuesto, de Jože Plečnik, aunque obviamente sus aportaciones fueron mucho más tardías. Como curiosidad, con la finalidad de obtener unas paredes más fuertes y duraderas, los constructores mezclaban cal con vino.

Siguiendo por Ciril Metodov, enseguida se llega a la Plaza Vodnik (Vodnik trg). En esta plaza se encuentran la oficina central de Turismo, la estación del Funicular del Castillo y el Mercado Central. Mañana volveremos a esta zona. Ahora el plan es ir al Triple Puente y la Plaza Prešeren. Desde la Plaza Vodnik hay apenas 3 minutos hasta allí.

Triple Puente

El Triple Puente (Tromostovje) es uno de los lugares principales que ver en Liubliana, y de los más turísticos e icónicos de la capital eslovena. Une el centro histórico con la ciudad moderna. Su nombre describe perfectamente su principal característica, ya que son tres puentes. Uno central más ancho, y otros dos más estrechos para peatones, ubicados uno a cada lado del principal.

Triple Puente liubliana
Triple Puente.

Sus orígenes se remontan al siglo XII, cuando se menciona la existencia de un puente de madera en la misma ubicación, aunque el actual es de 1842. Las dos pasarelas se añadieron en el siglo XX, según el diseño del arquitecto local Jože Plečnik. Se construyeron entre 1931 y 1932, año en que se inauguró el nuevo conjunto. En 1992 fueron totalmente renovados.

Plaza Prešeren

Cruzando el Triple Puente regresamos de nuevo a la otra orilla del Lublianica, concretamente a la Plaza Prešeren. ubicada en un antiguo cruce de caminos medieval. Está dedicada al poeta esloveno France Prešeren (1800 – 1849), y es una de las principales plazas de Ljubljana. Como el resto de esta céntrica y amplia zona, la encontramos muy animada y llena de vida.

En la plaza destaca, por encima de todo, la colorida fachada rosa de la iglesia franciscana de la Anunciación. Se edificó en el mismo lugar donde anteriormente hubo otras dos iglesias. Se tiene constancia de la primera en 1314, que fue demolida durante la invasión turca en 1492. Una segunda iglesia se construyó en el mismo sitio en 1623, pero tras un par de incendios entre 1628 y 1645, fue demolida ese mismo año.

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El Triple Puente y al otro lado, la Plaza Prešeren y Iglesia franciscana de la Anunciación.
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Dicen que a la tercera va la vencida, y al año siguiente se colocó la primera piedra de la actual iglesia. Las estructuras principales se concluyeron en 1660, aunque la fachada no se completó hasta diez años más tarde, y los campanarios en 1719. Posteriormente fue restaurada y en diversas ocasiones, aunque su aspecto actual es el mismo que tenía en el siglo XVII.

La colorida fachada de la iglesia franciscana de la Anunciación recuerda a la de la iglesia del Monasterio Dominicano de Ptuj, la ciudad más antigua de Eslovenia.

Otros monumentos destacados de la Plaza Prešeren son la estatua en honor de France Prešeren, y diversos palacios que se empezaron a erigir tras del gran terremoto del 14 de abril de 1895. Entre ellos, la Farmacia Central (Centralna lekarna) y la Casa de los Urbanos (Urbančeva hiša), los primeros grandes almacenes de Ljubjana, que abrieron sus puertas en 1903.

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En primer término, estatua de France Prešeren. Tras ella, la Farmacia Central, y a la izquierda la Casa de los Urbanos (Galerías Emporium).
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Puente de los Candados

Desde la plaza Prešeren, pasando al lado de la Farmacia Central, se llega a otro precioso paseo paralelo al río, el Petkovškovo nabrežje. Muy parecido al resto de paseos que se extienden a lo largo del Ljubljanica, está lleno de árboles, restaurantes, pubs, cafés y terrazas donde se respira un ambiente agradable y animado. La verdad es que el centro de Liubliana sorprende por su atmósfera relajada y alegre al mismo tiempo.

Siguiendo por Petkovškovo nabrežje nos dirigimos al Puente de los Dragones. Pero antes nos topamos con el Puente de los Candados, aunque su nombre oficial es Puente de los Carniceros (Mesarski Most). Se inauguró en 2010 en el mismo lugar que propuso Jože Plečnik en la década de 1930, aunque el proyecto original del arquitecto liublianés era más ambicioso. Debía ser mucho más monumental y cubierto, formando parte del Mercado Central en el cual desemboca. El inicio de la Segunda Guerra Mundial interrumpió los planes, que nunca se llevaron a cabo.

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Puente de los Candados. Al fondo, el Puente de los Dragones.
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Cuando en los años 90 del siglo XX se planteó la idea de resucitar el proyecto de Plečnik, hubo división de opiniones. Algunos eran partidarios de respetar los planos originales, mientras otros apostaban por un diseño más moderno.

Finalmente ganó la segunda opción, y desde entonces hay quien dice que el puente actual es poco menos que una traición, y representa más una antítesis que una culminación de los planes de Plečnik, considerado el Arquitecto Nacional esloveno.

Una peculiaridad del puente es que sus barandillas de alambre de acero están adornadas con cientos de candados cerrados, colocados allí por otras tantas parejas de enamorados, simbolizando su amor eterno, o simplemente por personas que piden un deseo.

Existen otros lugares similares en Europa, el más célebre el Pont des Art en París, aunque en 2015 se retiraron los miles de candados que se allí se habían colocado a lo largo de los años. Su peso de más de 45 toneladas hacía peligrar el puente, y las autoridades decidieron retirarlos y subastarlos. ¿Pasará lo mismo con el puente de los Candados de Liubliana?

Puente de los Dragones

A poco más de dos minutos del Puente de los Candados río abajo, se halla el famoso Puente de los Dragones (Zmajski most), todo un símbolo de la ciudad. Tanto es así que en su bandera y su escudo aparece un dragón, y aun hay más: según la leyenda urbana, si el viajero no se toma una foto en el Puente de los Dragones, realmente no ha visitado Liubliana.

Otra leyenda, no urbana pero con idéntica credibilidad, cuenta que el Puente del Dragón explica la lucha de los héroes míticos griegos con los monstruos del Dragón del lago Ljubjana. Según la tradición mitológica, Jasón y los argonautas pasaron un invierno en los pantanos de Ljubjana, donde el héroe griego dio muerte al dragón y fundó la ciudad.

Leyendas aparte, el terremoto de 1895 dañó el anterior puente de madera, llamado Puente de los Carniceros, y en su lugar se construyó el actual en 1900. Llama la atención el hecho de que el Puente de los Zapateros también se llamó así anteriormente, y actualmente exista otro Puente de los Carniceros «oficial», aunque popularmente también se conoce como Puente de los Candados.

Así, al menos tres puentes diferentes se han llamado «Puente de los Carniceros» a lo largo de la historia de Ljubljana.

Puente de los Dragones. Liubliana
Puente de los Dragones.
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El Puente de los Dragones fue uno de los primeros puentes de hormigón armado que se construyeron en Europa, y el primero en la ciudad de Liubliana. También fue la primera superficie de Eslovenia sobre la que se utilizó el asfalto. Hoy está considerado como uno de los más bellos ejemplos de puentes de estilo Art Nouveau en el mundo.

Curiosamente, algunos de los proyectos iniciales respecto al Puente de los Dragones contemplaban que las estatuas fuesen de leones alados. Aunque finalmente se decoró con cuatro magníficos dragones de cobre en sus esquinas, y algunos más pequeños distribuidos por el puente. Ellos fueron los responsables de que su nombre oficial, Puente del Jubileo, pronto cayera en el olvido.

En el Puente de los Dragones finalizamos la primera jornada en Ljubjana.

Free tour fallido

Al día siguiente, a las 9,30 A.M. ya estamos en Liubliana. Aparcamos en el mismo parking del día anterior en la calle Šubičeva, y vamos paseando hasta la Plaza del Congreso (Kongresni trg). No hay ninguna prisa, así que nos sentamos en la terraza del Bar Platana, en la misma plaza.

A las 10,30 h estamos delante de la puerta de la Filarmónica de Eslovenia. A esa hora y en ese punto empieza el Free Tour en español por Liubliana, que reservamos semanas antes online.

También ha acudido una pareja madrileña con dos hijos. El plan pintaba muy bien, ya que íbamos a tener un guía para nosotros solos. Lamentablemente, al cabo de diez minutos no se había presentado ningún guía, y los presentes nos dispersamos.

Hasta el momento, ha sido la única vez que nos ha ocurrido algo así. Acostumbramos a asistir a free tours en muchos de los lugares que visitamos, y siempre un 10. Esta sería la excepción que confirma la regla.

Tren eléctrico Urbano

Siempre es recomendable llevar uno o varios «planes B» apuntados en la agenda de viaje, por si las cosas no salen como está previsto. En este caso, una opción es el Tren Eléctrico Urbano de Liubliana, llamado Urban. Tiene su salida en la calle Stritarjeva, en la confluencia con la Plaza de la Ciudad.

Es ideal para los niños, y al igual que los free tours, es una buena opción para descubrir nuevos lugares de una manera rápida y eficaz, con la ventaja añadida de ir sentados. Si nos interesa, luego siempre podemos volver por nuestra cuenta a alguno de los lugares descubiertos, o ver otras cosas.

No deja de ser el típico trenecillo turístico, pero el Urban tiene un par de peculiaridades interesantes. Funciona con energía eléctrica, por lo cual no contamina ni ambiental ni acústicamente. Y realiza algunas paradas durante el recorrido, de unos 10 minutos cada una, lo que permite echar un vistazo más detallado en determinados puntos de la ruta.

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Tren turístico eléctrico Urban, en el lugar de salida en la calle Stritarjeva, frente a la Plaza de la Ciudad y la Fuente Robba.
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El recorrido dura entre 1,15 – 1,30 horas, y los billetes cuestan 8 € mayores de 18 años, 6 € de 13 a 18 años y 4€ niños hasta 12 años. El billete es válido para todo el día; los pasajeros pueden subir y bajar en cualquiera de las paradas.

Realiza entre cinco y ocho recorridos diarios, dependiendo de la época del año, con una frecuencia de salida de 1,30 horas a partir de las 9 de la mañana. En invierno el último recorrido sale del punto de inicio a las 15,30 h, y en verano a las 20,00 h.

La ruta empieza en la Plaza de la Ciudad, desde allí sube hasta la explanada de acceso al Castillo de Liubliana. Sigue por Špica, un bonito parque fluvial cerca del Jardín Botánico. Dispone de superficies de hierba y madera, y un café con una soleada terraza con tumbonas. Un lugar muy agradable para tomar algo, hacer un picnic o ir a pasear. Uno de esos lugares escondidos que valen la pena, y que descubrimos gracias al tren turístico.

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Parque Špica.
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A continuación el Urban se dirige al embarcadero de Trnovo (Trnovski pristan), también conocido como «playa de Ljubljana», con sus amplios escalones a modo de gradas que descienden hasta el borde del Ljubljanica. Pasa ante la casa de Jože Plečnik, en el barrio de Krakovo, y por el Teatro al aire libre Križanke (Poletno gledališče Križanke), donde se celebran festivales de verano en el patio de un antiguo monasterio.

El tramo final del tren eléctrico sigue por la Plaza del Congreso, Plaza de la República, Ópera de Liubliana, avenida Slovenska, Plaza Prešeren, Puente de los Dragones y Mercado Central, para terminar en el punto de inicio, frente a la Plaza de la Ciudad.

Mercado gastronómico «Cocina Abierta» y Mercado Central

Desde la Plaza de la Ciudad regresamos hacia el Triple Puente por la calle Stritarjeva, y en la esquina de la Oficina de Turismo torcemos a la derecha, paralelos al río, por Adamič-Lundrovo nabrežje.

En poco más de 4 minutos llegamos a la Plaza Pogačarjev (Pogačarjev trg), entre el río Ljubljanica y la catedral de Ljubljana. Se está celebrando un animado mercado gastronómico llamado Odprta kuhna, que traducido seria «cocina abierta». Lo encontramos por casualidad, ya que no lo conocíamos.

Llama la atención por su gran ambiente, los coloridos toldos de las casetas y la mezcla de suculentos aromas que flotan en el aire. Decenas de puestos de comida de todo tipo, desde hamburguesas, comida tailandesa, pasta fresca, tartas, vinos o cervezas hasta platos típicos eslovenos.

El Odprta kuhna se celebra todos los viernes entre mediados de marzo y finales de septiembre, entre las 10 h y las 21 h, alargándose hasta las 22 h en los meses de verano. Para más información: odprtakuhna.si.

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Mercado gastronómico «Cocina Abierta», en la plaza Pogačarjev de Liubliana. Francesco Lorenzetti / Shutterstock.
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Buscando información sobre este peculiar mercado, encontramos una entrevista a Alma Kochavy , cofundadora del mercado culinario Odprta kuhna. En dicha entrevista, explica el curioso origen del mercado, una idea de su esposo Lior: “De hecho, se le ocurrió la idea un día que tenía hambre. Porque le gusta comer bien, pero no sabe cocinar». (n1info.si). Otra reseña que nos hizo gracia:

«El mercado culinario más popular de Eslovenia, donde se presentan los restaurantes eslovenos, es una oportunidad ideal para ampliar horizontes culinarios, descubrir tendencias gastronómicas o revivir recuerdos de la cocina de tu abuela.»

gourmet-lj.si

Este delicioso mercado gastronómico se organiza entorno al Mercado Central de Liubliana (Osrednja ljubljanska tržnica), un complejo que comprende un mercado al aire libre en las plazas Vodnikov y Pogačarjev, un mercado cubierto entre las dos plazas, en la planta baja del edificio del Seminario, y el mercado cubierto de Plečnik.

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A la izquierda del río Ljubljanica, la fachada posterior del Mercado de Plečnik, a la derecha, el animado paseo Petkovškovo nabrežje. Al fondo, el Triple Puente.
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Los Mercados cubiertos de Plečnik discurren paralelos al Ljubljanica y la calle Adamič-Lundrovo nabrežje, entre el Triple Puente y el Puente de los Dragones. Fueron diseñados por Jože Plečnik entre 1931 y 1939, y construidos entre 1940 y 1944. Son característicos por sus largas hileras de pilares en la fachada de Adamič-Lundrovo nabrežje, y sus ventanales semicirculares en la fachada posterior, que se hunde en el agua del Ljubljanica.

Calle Trubarjeva

Cerca del Mercado Central, hay una calle interesante que ver, la calle Trubarjeva (Trubarjeva cesta). La descubrimos también por casualidad, callejeando. Empieza en la Plaza Prešeren, cruzando el Triple Puente, apenas a 350 metros del mercado pasando por Adamič-Lundrovo nabrežje.

Una vez en la plaza, el inicio de la calle Trubarjeva se encuentra entre los edificios de la Farmacia Central (Centralna lekarna) y las Galerías Emporium (Casa de los Urbanos – Urbančeva hiša).

El visitante enseguida se da cuenta de encontrarse en un lugar diferente. Sus bajos y sencillos edificios decorados con grafitis, parecen fuera de lugar en un centro histórico elegante como el de Ljubljana.

Es una de las calles más multiculturales de la capital eslovena, y sorprende por su céntrica ubicación, como si de repente estuviésemos en otra ciudad. Es peatonal, ideal para pasear entre sus decenas de pequeños comercios o sentarse a tomar algo alguna de sus muchas terrazas a pie de calle.

Calle Trubarjeva
Calle Trubarjeva.
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Aquí se dan cita organizaciones de diferentes colectivos sociales, estudios de tatuaje, sex-shops, y todo tipo de tiendas vendiendo casi de todo: ropa nueva y de segunda mano, tablas de snowboard, monopatines, antigüedades, vinilos de segunda mano, artículos para fumar, libros y revistas, especias, vino, cerveza, comestibles de varios países, y hasta un taller de paraguas. Por supuesto, también hay lugar para bares, cafés, pubs y restaurantes: indios, veganos, libaneses, chinos…

calle Trubarjeva
Calle Trubarjeva.
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Todos son locales pequeños, por lo que cuando hace buen tiempo, sus terrazas están llenas. Grupos de amigos, mucha gente joven y también bastantes turistas. Nos sentamos en una terraza a tomar algo, y en la mesa de al lado escuchamos hablar catalán. Era una pareja de Tarragona, con los que estuvimos charlando un rato antes de despedirnos y continuar hacia el siguiente y último destino de nuestra visita a Liubliana: su castillo.

Castillo de Liubliana

Llegar al castillo

Un lugar que ver en Liubliana sí o sí es su castillo. Para subir a pie o en funicular hay que ir hasta la Plaza Vodnikov (Vodnikov Trg), un amplio espacio con aparcamientos al aire libre. Son 2 minutos andando desde la Plaza de la Ciudad, 3 minutos desde el Puente de los Dragones y 5 minutos desde el Triple Puente.

En nuestro caso accedimos desde la Plaza de la Ciudad, siguiendo por Ciril Metodov y la Catedral hasta la Plaza Vodnikov. Unos 40 metros más adelante de la estatua de Valentin Vodnik, a la derecha se encuentra la Plaza Krekov (Krekov trg), donde se encuentra la salida del funicular. En total, un paseo de unos 3 minutos.

Subir al castillo en funicular: En un rincón de la plaza, junto al gran edificio del Teatro de San Jacobo (Šentjakobsko gledališčese) está la estación del funicular. Recorre una distancia de 118 metros en unos 60 segundos, desde la estación de la plaza Krekov hasta la estación del castillo. Salva un desnivel de 69,70 metros, y tiene una capacidad de 500 personas / hora (33 personas por trayecto) realizando salidas cada 4 minutos aproximadamente.

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Funicular del Castillo de Liubliana, al fondo. A la izquierda de la imagen, el Teatro de San Jacobo.
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También se puede subir andando, como hicimos nosotros. En este caso, al llegar a la altura de la estatua de Valentin Vodnik, hay que desviarse hacia la calle Študentovska (Študentovska ulica) que sale desde delante de la estatua. Esta se va estrechando a medida que avanzamos, hasta convertirse en un frondoso callejón asilvestrado. Sí, es el camino correcto. En unos 10 minutos cuesta arriba, llegamos a la explanada de acceso al Castillo de Liubliana.

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La calle Študentovska se va estrechando, hasta convertirse en un frondoso camino asilvestrado.
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Breve historia del castillo

Sus orígenes se remontan al siglo XII a.C, cuando se estableció un asentamiento humano en el lugar. La primera fortaleza conocida fue un pequeño fuerte de madera, construido a principios de la Edad Media, siendo mencionado por primera vez en el primer tercio del siglo XII. Posteriormente se fortificó de manera importante durante las invasiones turcas, en el siglo XV.

A mediados del mismo siglo, durante el reinado de Federico III de Habsburgo, la fortaleza fue completamente demolida y se construyó un nuevo castillo. Precisamente la Capilla de San Jorge, una de las partes más antiguas del castillo conservadas, es de esa época.

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Explanada de acceso al Castillo de Liubliana.
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A mediados del siglo XVII el castillo inició una lenta decadencia, al perder su papel de fortaleza y residencia. En ese momento, era utilizado como recinto militar donde se almacenaba mucha pólvora, hecho que provocaba temor entre los habitantes de la ciudad, dado que un accidente o la caída de un rayo en las torres donde se guardaba podría provocar un incendio de consecuencias catastróficas.

A finales del siglo XVIII incluso se proyectó demolerlo y vender el material de construcción. La cuestión quedó olvidada con el estallido de las guerras napoleónicas, y la ocupación francesa de la ciudad en 1797.

Tras la demolición de una torre defensiva anterior, en 1848 se construyó la actual Torre Panorámica con el reloj, donde residía un vigilante que advertía a los liublianeses de incendios o anunciaba eventos mediante cañonazos. Finalmente, en 1905 la ciudad compró el castillo al estado, aunque hasta 1964 vivieron en él familias que se habían quedado sin hogar tras el terremoto de 1895.

Que ver en el castillo

Lejos queda el tiempo en que el Patio del Castillo era el recinto donde paseaban los presos, cuando aquí se encontraba penitenciaría provincial, entre 1813 y 1945. Hoy en día, este amplio patio interno tiene una capacidad para acoger hasta mil espectadores sentados, y realizar todo tipo de eventos culturales, además de ser el lugar a través del cual se llega a los demás espacios del castillo.

La Torre Panorámica es el mirador más alto de Liubliana, y lógicamente, un buen lugar para obtener unas vistas magníficas de la ciudad y su entorno. Aun más si cabe desde 1982, cuando se añadieron 1,20 metros de altura adicionales a la torre. Dicen que en un día claro se pueden ver los picos más altos de los Alpes de Kamnik-Savinja.

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Patio interior y torre panorámica del castillo de Liubliana. Claudiovidri / Shutterstock.
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La Capilla de San Jorge es una de las partes más antiguas del castillo. Se construyó en el siglo XV, y una de sus curiosidades es su decoración, en la que destacan más de cincuenta escudos de armas de nobles eslovenos.

Bajo la Torre de San Jorge se puede disfrutar del «Castillo Virtual», una interesante proyección de vídeo de unos 12 minutos de duración sobre la historia del castillo, desde sus orígenes hasta la actualidad. Se puede ver en varios idiomas, incluido el español.

Uno de los lugares más curiosos del castillo son las celdas de la penitenciaría citada anteriormente, algunas de las cuales fueron restauradas para ser visitadas. En ellas se exponen objetos originales de la época, fotografías y hologramas, de manera que el visitante se haga una idea de como era la vida de los presidiarios.

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Celdas de la antigua penitenciaría. nordantin / Shutterstock.
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Tal vez el lugar más truculento de la fortaleza sea la antigua mazmorra medieval, llamada «prisión al aire libre». No había techo, solo unas rejas por donde entraba la luz del sol, así como el frío, el agua o la nieve.

La reja era el único acceso, por lo cual los prisioneros eran bajados hasta la mazmorra mediante cuerdas o cadenas, o simplemente empujados. Allí, en condiciones infrahumanas, los condenados realizaban todas sus necesidades básicas, desde alimentarse hasta defecar.

Hay otros espacios visitables, como la prisión para nobles en la Torre de Erasmo, donde estuvo preso Erasmo de Predjama, señor del castillo situado cerca de las famosas Cuevas de Postojna; una exposición de armas medievales, entre otros. También existen otros recintos que se han adaptado como salas de eventos, un restaurante o un café. Para más información ljubljanskigrad.si.

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