Fortaleza de Salses: una obra maestra de la arquitectura militar

Antigua frontera entre la Corona de Aragón y Francia, la impresionante fortaleza de Salses se construyó en 1497. Se encuentra a unos 20 km al norte de Perpiñán y se conserva espléndidamente. Una visita totalmente recomendable y amena

La fortaleza de Salses, en el pueblo de Salses-le-Chateau, al pie del macizo de Corbières, fue nuestra segunda parada en nuestro periplo por Occitania: Cataros, castillos y pueblos con mucho encanto. A mi hijo Julià (5 años), además de los dinosaurios le encantan los castillos. Así que de camino a Narbona, después de visitar Castelnou, un bonito pueblo medieval en Occitania nos dirigimos a Salses-le-Chateau, a unos 48 km.

Pertenece al departamento de los Pirineos Orientales, en Francia. Desde Castelnou, deshacemos el camino por donde hemos venido hasta Thuir, y seguimos hasta entrar en la autopista A9. Pasamos Perpiñán y volvemos a salir de la autopista por la salida 41. En unos 20 minutos nos plantamos en Salses-le-Chateau.

Llegar a Salses-le-Chateau y aparcar

Entramos al pueblo con el coche, por la parte opuesta de donde se encuentra la fortaleza. Vamos siguiendo los indicadores que llevan al castillo por lo que parece la calle principal. Llegamos al final del pueblo, y salimos a la carretera por la que hemos llegado, solo que un poco más adelante. Maldita sea, nos habremos pasado alguna señal.

Tomamos la carretera hasta volver a la entrada de Salses-le-Chateau por donde hemos entrado antes. Seguimos otra vez las señales por el centro del pueblo. Cuando nos damos cuenta estamos otra vez en la carretera, nos hemos vuelto a saltar algún indicador. No me puedo creer tanta torpeza.

Por tercera vez, volvemos hacia atrás por la carretera, entramos al pueblo y recorremos la misma calle que las dos veces anteriores. Finalmente, pocos metros antes de llegar otra vez al final de la calle, descubro una señal a la izquierda que se me había pasado por alto las dos veces anteriores.

Salses-le-Chateau
Una calle de Salses-le-Chateau muy cercana al parking. El aparcamiento oficial es solamente para pardillos -como nosotros 🙂
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Ahora sí, nos dirigimos a la fortaleza. Antes de llegar, como no, encontramos el parking oficial. Pagamos, no recuerdo si uno o dos euros, al cobrador de la entrada. Aparcamos. Vamos caminando en dirección a la fortaleza, que se encuentra a unos 300 metros del aparcamiento.

Nada más salir del parking nos damos cuenta que fuera hay un montón de sitio para aparcar. Hay aparcamiento gratis por todas partes. Así que si vais a visitar la fortaleza de Salses, mi recomendación es: 1- ir hasta el aparcamiento solamente para ver donde está y ubicarse en el lugar. 2- Dar una vuelta por la primera calle cercana y aparcar allí.

Un poco de historia de la fortaleza de Salses

La fortaleza se construyó por encargo del rey Fernando II de Aragón al constructor castellano Ramiro López en 1497. Un año antes, el antiguo castillo y la villa habían sido arrasados y saqueados por tropas francesas. El objetivo, controlar el estrecho paso que comunicaba Francia con el Reino de Aragón. En 1503, cuando el fuerte aún no estaba terminado, los franceses intentaron tomarlo sin éxito. Las obras finalizaron en 1505, e incluían todos los últimos avances respecto a las construcciones militares de la época. Vamos, que cuando se acabó de construir era el último grito en fortalezas. Eso sí, costó el 20% del presupuesto anual de la corona.

Vista general de la fortaleza de Salses por la entrada sur.
Vista general de la fortaleza de Salses por la entrada sur.
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En 1639 durante la guerra de los Treinta Años (1618-1648) , los franceses tomaron el fuerte. Al año siguiente los catalano-aragoneses lo recuperaron. Pocos meses después estalla la guerra de los Segadores (1640-1652), iniciada por campesinos y segadores a raíz de los abusos cometidos por el ejército real desplegado en el Principado de Cataluña. Este, compuesto por mercenarios de procedencia diversa, estaban alojados en Cataluña a causa de la guerra con la Monarquía de Francia, enmarcada precisamente dentro de la guerra de los Treinta Años.

En plena guerra de los Treinta Años y con la guerra de los Segadores por el medio, los franceses asediaron nuevamente el castillo, tomándolo definitivamente en 1642. En 1659 Francia y España firman el tratado de los Pirineos, que se pone fin a la guerra entre ambos. España cede a Francia el Rosellón, el Conflent, el Vallespir y una parte de la Cerdaña, zonas que las tropas francesas ya habían ocupado en apoyo de los sublevados catalanes. Como consecuencia, la frontera de Francia con España se desplaza unos 50 km al sur, en los Pirineos, perdiendo la fortaleza de Salses su importancia militar y estratégica.

La entrada al castillo

Barbacana de entrada al castillo de Salses
Barbacana de entrada al castillo de Salses.
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Al final conseguimos llegar hasta la fortaleza. Es bastante impresionante por su extensión. Nos recibe una pequeña construcción antes del castillo —la barbacana—. Entramos por su portal y un camino exterior empedrado nos lleva hasta el revellín, una sala techada, después de atravesar un gran foso. La barbacana y el revellín servían para defender la entrada principal a la fortaleza. Este último, actualmente transformado en recepción y tienda. Compramos solo una entrada para mí, ya que los menores de 18 años entran gratis. También se puede comprar por internet en la página oficial, aquí.

Foso del castillo de Salses.
Foso del castillo de Salses.
Puerta de entrada al antiguo revellín del castillo de Salses, reconvertido en sala de recepción de visitantes y tienda
Puerta de entrada al antiguo revellín del castillo de Salses, reconvertido en sala de recepción de visitantes y tienda.
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En recepción nos explican que «todavía» no disponen de audioguías y las visitas guiadas son casi todas en francés. Para una visita guiada en español se necesita un grupo mínimo de no sé cuantas personas. La ventaja de las visitas guiadas es que se accede a lugares y dependencias del castillo a las que no se puede acceder por libre. Como nosotros somos dos, y no nos queda otra, nos conformamos con un pequeño tríptico con las explicaciones pertinentes. A continuación, entramos de lleno en la fortaleza.

La plaza de armas

Portal que da acceso a la plaza de armas de la fortaleza de Salses
Portal que da acceso a la plaza de armas de la fortaleza de Salses.
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Desde el revellín o sala de recepción, pasamos un pequeño puente que conduce a la plaza de armas a través de otro portal. Esta gran plaza es el meollo del edificio. Más o menos en el medio hay un pozo. Desde este gran patio interior se accede a casi todas las dependencias de la fortaleza. Como a las tres caballerizas, que podían acoger hasta 300 caballos. También a la capilla, dedicada a San Sebastián, a la enfermería, a la panadería y al establo, con capacidad para 300 vacas.

En el cuerpo principal norte podían dormir los 1.500 soldados que el fuerte era capaz de acoger. Otra de las dependencias acoge una exposición sobre la historia del monumento. Igualmente, desde la gran plaza pudimos acceder a una sala con juegos infantiles, a los que supuestamente jugaban los niños de la época.

Salses-le-Chateau
Plaza de armas de la Fortaleza de Salses. A la derecha, la torre del homenaje.
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En la visita guiada, además, se pueden visitar otros espacios, como la torre del homenaje. Esta es una fortaleza dentro de otra fortaleza, ya que está aislada por dos puentes levadizos. También la habitación del gobernador, el comedor o el almacén. Obviamente, no accedimos a esos lugares ya que íbamos por libre.

Fortaleza de Salses
Otra perspectiva de la plaza de armas. En frente, el cuerpo norte, donde se alojaba la soldadesca.
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Aproximadamente una hora después de haber entrado a la fortaleza de Salses, damos por finalizada la visita. Ha sido corta. Podríamos haberla alargado un poco más, descansando bajo los porches que rodean la plaza. O entreteniéndonos un poco más por sus dependencias visitables. Pero ya hemos visto todo lo que teníamos que ver, y debemos seguir nuestro camino hacia Narbona, la tranquila y bella ciudad archiepiscopal.

Fortaleza de Salses
Plano del fuerte. Se ve como la visita guiada incluye el acceso a lugares exclusivos.
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Conclusión

Salses-le-Chateau y su fortaleza están cerca de la autopista A9, tan solo a unos 20 minutos. Si os gusta la historia y/o la arquitectura, es una visita indispensable. El castillo o fortaleza de Salses está considerada una obra maestra de la arquitectura militar. A los niños y no tan niños a los que le gusten los castillos también les recomiendo la visita.

No es un castillo como los que estamos acostumbrados a ver, tipo Carcasonne, Olite, Foix o cualquier otro digno de película medieval. Más bien es un fuerte, similar a los fortines de los de las películas del séptimo de caballería contra los indios, pero de piedra. A mi me pareció un poco una mezcla entre castillo medieval y fortín del oeste americano.

En fin, que si vas a Perpiñán o vais a pasar por allí, vale la pena desviarse de la ruta unos kilómetros para visitar la fortaleza de Salses-le-Chateau. Si tienes oportunidad, prueba la visita guiada. Más que nada porque da acceso a lugares del castillo que no se pueden visitar por libre, y probablemente las explicaciones de los guías sean muy interesantes y jugosas.

narbona

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