Queralbs, el Valle de Nuria y el albergue del Pic de l’àliga

El invierno es la estación perfecta para viajar a la nieve, aunque no esquiemos. En esta ocasión aprovechamos el puente de la constitución para viajar hasta los Pirineos de Girona. Concretamente a la comarca del Ripollés. Allí se encuentra el precioso Vall de Núria (Valle de Nuria), cerca del pequeño pueblo de Queralbs.

Durante cinco días, disfrutamos de una estancia muy especial en el albergue del Pic de l’àliga (pico del águila). Es uno de los destinos de montaña más populares de Catalunya.

Estación de Queralbs, punto de partida

Al Valle de Nuria, donde se encuentra el famoso Santuario-Basílica y el albergue de montaña del Pic de l’àliga, no se puede llegar en coche. Tan solo se puede acceder a pie o en el ferrocarril de cremallera. El tren cremallera supone en si mismo una atracción más del Valle de Nuria.

El cremallera es un tipo de tren que se acopla mecánicamente a un tercer raíl dentado, parecido a una cremallera, lo que le permite superar fuertes desniveles. Inaugurada en 1931, esta es una de las dos únicas líneas ferroviarias de este tipo en España, junto al cremallera de Montserrat, también en Catalunya. 

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El tren se puede coger en la estación de Ribes de Freser, unos 7 kilómetros antes de llegar a Queralbs por carretera. O bien, como hacemos nosotros, en Queralbs, que esta más cerca de nuestro alojamiento, el albergue del Pic de l’àliga. Dejamos el coche en el mismo aparcamiento de la estación.

Tanto la estación como el aparcamiento están en la entrada del pueblo, de hecho es lo primero que encontramos al llegar a Queralbs. Vaya, que se tiene que ser un poco cegato para no encontrarlo. El parking es gratuito, y aunque no está vigilado no tuvimos ningún problema. Es una zona muy tranquila.

queralbs
Aparcamiento en la estación de Queralbs del tren cremallera.

Sin tan siquiera entrar a visitar el pueblo, vamos directos a la estación a comprar los billetes. Primero queremos llegar al albergue del Pic de l’Àliga, al que no se llega fácilmente, y dejar allí nuestro equipaje. Ya tendremos tiempo de volver a Queralbs para visitarlo. Desde la estación de Queralbs hasta la de Nuria hay unos 20 minutos de trayecto.

Queralbs
Estación de Queralbs.

Camino al Valle de Nuria

Es miércoles, y como el puente empieza oficialmente mañana jueves, estamos prácticamente solos en la estación. A la hora prevista el tren sale hacia Nuria. Queralbs está a 1220 metros sobre el nivel del mar, y Nuria a 1964 metros. El tren va ascendiendo pausadamente, atravesando desfiladeros, túneles y hondos valles encajados entre cumbres nevadas.

Las vistas son impresionantes. Serpenteamos en paralelo a un barranco, al otro lado del cual discurre el camino viejo de Queralbs a Nuria. Este sendero era el único acceso para llegar a Nuria antes de la construcción de la línea ferroviaria. Se tarda unas tres horas, aunque no se aconseja recorrerlo cuando esta nevado.

Nuria
Desde la ventana del cremallera, se aprecia el camino viejo que sube de Queralbs a Nuria, al otro lado del barranco.
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Vistas desde el tren cremallera.

La llegada al Valle de Nuria es realmente espectacular. El tren sale del último desfiladero, y ante nuestros ojos se abre un precioso valle rodeado de cumbres de casi 3000 metros. Los pocos pasajeros del tren expresan su asombro con un ahogado pero muy elocuente Oooooohhh!

Valle de Nuria
El tren sale del desfiladero repentinamente, y ante nuestros ojos se abre un espectacular valle y el santuario de Nuria.
Nuria
Estación de ferrocarril cremallera del Valle de Nuria.

El Valle de Nuria

La leyenda de la ermita de San Gil

Cuenta la leyenda que San Gil llegó a este lugar alrededor del año 700, procedente de la Provenza. Con tan solo una cruz como equipaje, se instaló en una cueva, dedicando su tiempo a la vida eremítica y la elaboración de iconos religiosos, entre ellos la virgen de Nuria, una talla policromada de gran belleza.

Cocinaba la comida en una olla, y la compartía con los pastores de la zona, a los que avisaba haciendo sonar una campana. Así vivió durante cuatro años, hasta que tuvo que huir, perseguido por los arrianos. Antes de irse, escondió todas sus pertenencias para que los perseguidores no las encontraran.

Nuria
Interior de la ermita de San Gil.

En el año 1072, un pastor llamado Amadeo, oriundo de Damasco, tuvo un sueño según el cual un ángel le pidió que viajara al valle de Nuria y construyese una capilla en honor a la virgen. También le dijo que encontraría las reliquias escondidas por San Gil tres siglos atrás.

Así lo hizo, instalándose en la misma cueva en la que había vivido el santo. Con ayuda de otros pastores, construyó una pequeña ermita dedicada a la virgen y un refugio. Pero Amadeo también se tuvo que marchar del lugar sin haber encontrado las preciadas reliquias.

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Ermita de San Gil.

Años después, mientras unos pastores reposaban en el valle, un fogoso buey de pelo rojo empezó a gruñir y golpear con la pezuña en una pared de roca. Los pastores interpretaron el extraño comportamiento del animal como una señal, y empezaron a buscar en el lugar que les indicaba.

Después de horas agujereando la roca, descubrieron a la virgen, junto a la olla, la cruz y la campana de San Gil. Los pastores llevaron las reliquias a la ermita, donde aun hoy son objeto de veneración.

La historia del Santuario-Basílica de Nuria

No se sabe exactamente la fecha de su fundación, aunque en el año 1162 el valle ya contaba con un albergue que hacía las funciones de hospital y refugio de pastores y peregrinos. Después de diversas vicisitudes, entre ellas un terremoto en 1428 que lo destruyó, en 1889 se empezó la construcción del actual santuario.

En 1911 se inauguró la iglesia actual, sustituyendo otra más antigua del s.XVII,  y poco después se añadió el hotel y el resto del conjunto actual. El 23 de septiembre de 2014 el papa concedió el título y dignidad de Basílica Menor al santuario.

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La Basílica, en el centro del gran edificio, cuenta con un hotel, comercios y diversos servicios.
Interior de la Basílica de Nuria
Interior de la Basílica.

Que hacer en el Valle de Nuria

El complejo turístico del Valle de Nuria cuenta con diversos servicios y actividades para todos los públicos. En el interior de los edificios adyacentes a la basílica encontramos comercios de restauración y de recuerdos. También un hotel de 3 estrellas, tiendas de alquiler de material para esquiar, escuelas de deportes de nieve y guías de montaña.

Una zona del edificio está reservada al Centro de Interpretación del Valle de Núria. Allí encontramos información audiovisual sobre la historia y la naturaleza del valle.

El Valle de Nuria también cuenta con una estación de esquí con 7,6 km esquiables distribuidos en 11 pistas. Los niños son de los que mejor se lo pasan en el Vall de Núria, gracias al Parque Lúdico en el cual los más pequeños disfrutan a lo grande. Más adelante te lo cuento con más detalle.

Por supuesto, es un lugar perfecto para esquiar, practicar senderismo, excursiones con raquetas de nieve o ascensiones a las cumbres de casi 3000 metros, con múltiples rutas para todos los públicos. Podemos ir por libre o acompañados por guías de montaña profesionales. Cabe destacar la subida al Puigmal (2.913m), el pico más alto del Valle de Núria, o la ruta del camí vell de Queralbs a Núria.

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El Valle de Núria dispone de diversos comercios y servicios.

El Cau de la Marmota y el parque lúdico, los paraísos de los peques

En los alrededores del edifico central del valle hay al menos un par de lugares donde los más pequeños se lo pasarán en grande. El Cau de la Marmota (la madriguera de la marmota) se encuentra en un pequeño edificio separado del resto. Es un espacio dedicado a niños de entre 4 y 10 años.

En él se realizan excursiones por el valle, talleres de naturaleza, reciclaje, disfraces y jardineria, cuentos, papiroflexia, manualidades o tiro con arco, entre otras actividades. Dichas actividades son de pago, por ejemplo una hora cuesta unos 10€, dos horas 16€ y 3 horas 22€. El Cau de la Marmota funciona en horario de mañana y tarde, cerrando al mediodía.

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La casita del Cau de la Marmota.

El Parque lúdico de Nuria es sin duda el lugar más popular para los niños y no tan niños. Se trata de un parque donde se pueden realizar diversas actividades al aire libre. En invierno la actividad más popular son los trineos, con los que los niños bajan a toda velocidad por la nieve. Julià, con solo 5 años, enseguida aprende a subir él solo por la cinta transportadora, arrastrando el trineo hasta lo alto de la cuesta.

Una vez allí, se sube encima del artilugio e intentaba deslizarse por la pista nevada, aunque casi siempre acaba chocando contra las redes protectoras o con las barreras de nieve situados a ambos lados de la bajada. La diversión está asegurada, tanto para los peques como para los padres, que se lo pasan en grande viendo a sus hijos disfrutar.

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La bajada con trineos es la actividad estrella del parque lúdico.

El parque lúdico también dispone de karts de montaña, tirolina, tubbings, rocódromo y circuito de patinetes de nieve, entre otras distracciones. Nos costó 11,65 € por cabeza / 1 hora, durante la cual probamos muchas de las actividades tantas veces como quisimos… Bueno, la verdad es que las estuvimos probando hasta que el peque descubrió la bajada con trineo… Ahí acabamos de pasar el resto del tiempo que nos quedaba

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Tubbing.

El lago artificial

Otro de los lugares más concurridos es el lago. En primavera, verano y otoño se pueden alquilar barcas o canoas, aunque los niños menores de 3 años no pueden realizar esta actividad. A partir de los 3 años y hasta los 16 deben ir acompañados por un adulto. Como nosotros estuvimos en diciembre, no tuvimos esta opción.

Aun así, la ribera del lago continua siendo un sitio perfecto para estirarse en la hierba, hacer un picnic o sentarse a descansar en un banco. Y por descontado, el lugar ideal para que los peques tiren piedras al agua -o al hielo-. Otra de las actividades que se puede realizar en el lago en invierno es bucear bajo el hielo. Aunque para ello deberemos ser buceadores certificados.

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El lago de Nuria. Durante nuestra visita se encontraba parcialmente congelado.

En realidad el lago es un embalse construido en 1955, en la confluencia de los ríos Noufonts y Finestrelles. Tiene una profundidad máxima de unos 7 metros. En invierno se puede helar la superfície, el máximo espesor del hielo se acostumbra a dar en febrero, durante el cual se pueden llegar a acumular más de 1 metro de hielo.

La pared de la presa no se aprecia desde el valle, por lo que mucha gente cree que se trata de un lago natural.

El albergue del Pic de l’àliga

En Nuria no acaba nuestro trayecto. Aun debemos llegar al alberg Pic de l’àliga de Núria, ubicado montaña arriba, a 2120 metros de altitud. Para ello, cogemos el telecabina (1) que sale de enfrente de la estación de ferrocarril, cruzando las vías. Funciona de manera continuada durante todo el día, desde las 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde (una hora más en temporada alta). Al ser un día laborable, no hay prácticamente nadie.

(1) Las telecabinas se sustituyeron con otras nuevas tras nuestra visita, y no se corresponden con las de las fotos.

Subimos solos en una de las cabinas, con capacidad para seis personas. En cada viaje salen 4 cabinas, una detrás de la otra, a las que se sube y baja en marcha. Empezamos a subir. Durante el ascenso disfrutamos de unas vistas magníficas del valle, el santuario, el lago y las pistas de esquí.

Nuria
La subida en telecabina hasta el albergue del Pic de l’àliga ofrece unas vistas espectaculares del valle.

En cinco minutos llegamos al Pic de l’àliga. El telecabina pasa justo por delante de la puerta de entrada, así que nada más bajarnos entramos al albergue. La recepción está cerrada. En horario de tarde abre a las 17 horas, y aun no son ni las 4 de la tarde. Dejamos nuestro equipaje en el suelo y aprovechamos para dar una vuelta por las instalaciones.

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El trayecto en el telecabina acaba justo al lado de la puerta de entrada al albergue. Más cerca imposible.
alberg pic de l aliga de núria
Zona de bar del albergue. En los días posteriores ya no lo volveremos a ver tan vacío.
Picde l'àliga
Imagen típica del albergue del Pic de l’àliga, visto desde la gran explanada posterior del edificio.
Nuria
Des del mirador de albergue disfrutamos de fantásticas vistas del Valle de Nuria, las cumbres que la rodean, el Valle de Freser y la plana de Vic.

Instalaciones y servicios del albergue

Finalmente abren la recepción y podemos a formalizar la reserva. Consultan nuestra reserva y nos dan la llave de nuestra habitación y dos juegos de sábanas. Obviamente, la cama nos la debemos hacer nosotros, que esto no es un hotel de 5 estrellas. Y cuando nos vamos debemos deshacer la cama y dejar la habitación como la hemos encontrado. Utilizamos el ascensor para subir al primer piso, ya que vamos bastante cargados.

La habitación es muy sencilla, solo con lo imprescindible. Dos literas con capacidad para cuatro personas, aunque Julià y yo estaremos solos. Calefacción, baño con ducha -con agua caliente, por supuesto-, armarios, mantas y una ventana con unas vistas estupendas. Una silla hace las funciones de mesilla de noche y de escalera para que Julià pueda subirse a mirar por la ventana.

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Las vistas desde nuestra habitación. Sobran las palabras,

El albergue pertenece a la Red Nacional de Albergues Sociales de Catalunya (XANASCAT). Dispone de 169 plazas, distribuidas en habitaciones de 3, 4, 5, 6 y 8 plazas con baño, así como una habitación con 18 plazas. También dispone de comedor, bar cafetería con servicio de bocadillos calientes y fríos, sala de TV y DVD, máquinas automáticas de bebidas, alquiler de toallas, ludoteca, salas de reuniones y polivalentes, consigna, biblioteca, y hasta una sala de juegos para los más pequeños.

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Al fondo, iluminada, la ventana de recepción del albergue, desde la zona del bar / zona común.

La estancia en el albergue

El albergue es ideal para esquiadores, excursionistas, familias y en general, para personas que quieran pasar unos días de relax y tranquilidad. En nuestro caso contamos con alojamiento y pensión completa. Si vamos a faltar a alguna de las comidas, tenemos la posibilidad de pedir que nos preparen un picnic para llevar. Es una opción perfecta si vamos a estar parte o todo el día de excursión, por ejemplo.

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Comedor del albergue. No hay servicio de mesas. Aquí todo el mundo se va a buscar la comida, y luego se debe dejar todo perfectamente recogido.

Desgraciadamente, nosotros no pudimos hacer ninguna excursión por falta de tiempo. Pero durante los días que estuvimos alojados, cogimos el telecabina y el cremallera muchas veces, ya sea para bajar a Nuria o bien a Queralbs. El tiempo que pasamos en el albergue lo aprovechamos para leer, jugar a juegos de mesa, al futbolín o a tomar algo tranquilamente en la cafetería mientras miramos el correo electrónico o nuestras redes sociales.

El albergue dispone de wifi gratuito, aunque no siempre funcionaba. En su defecto, pude navegar perfectamente con los datos móviles de Movistar. No sé como estaba la cobertura de otras compañías.

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La sala de la cafetería es el centro neurálgico del albergue. Aquí es donde todo el mundo viene al final de la jornada, cuando el telecabina ya está cerrado y no hay posibilidad de bajar a Núria.

El comedor tiene un funcionamiento peculiar. Debemos poner la mesa, ir a buscar la comida, que nos sirven en bandejas, y luego recoger la mesa, limpiarla y barrer nuestra zona. Los utensilios (bandejas, platos, vasos, cubiertos, etc), los dejamos en los lugares indicados, y las sobras en los cubos de basura correspondientes. Para beber, podemos tomar agua del grifo (hay jarras y grifos para llenarlas) o comprar algo en la cafetería. Que esto no es un hotel de 5 estrellas… Creo que ya lo había dicho antes…

La tarjeta de residente y la importancia de los horarios del transporte

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La tarjeta de residente nos permitió ahorrar mucho dinero en billetes de tren cremallera y telecabina.

Es muy interesante informarse sobre la tarjeta de residente. Por estar alojados en el albergue del Pic de l’àliga conseguimos un precio muy especial en los billetes de cremallera y telecabina, lo que nos permitió viajar en ellos de manera ilimitada a un precio muy reducido respecto al precio normal. Si os vais a alojar en el Pic de l’àliga o en algún otro alojamiento de la zona, preguntad.

Nosotros lo hicimos en cuanto llegamos a la estación de Queralbs, y por 28€, allí mismo nos dieron la tarjeta, que nos fue muy útil para viajar ilimitadamente en esos transportes durante los días que estuvimos en el valle. Los billetes, comprados individualmente, no son nada baratos. Puedes comprobarlo aquí.

Algo muy importante es tener siempre en cuenta los horarios del tren cremallera y el telecabina. Debemos tener presente que a Nuria solamente se puede llegar andando (3 horas desde Queralbs) o en cremallera. Y si os alojáis en el Pic de l’àliga, además deberéis coger el telecabina, que finaliza su servicio muy pronto (las 5 o las 6 de la tarde dependiendo de la temporada).

Encontraréis folletos con los horarios en las estaciones del cremallera. Según nos explicaron en el albergue, no es raro que alguien se quede «tirado» en Nuria por llegar tarde y no poder acceder al albergue. Entonces solo queda subir a pie o quedarse a dormir en el hotel de Nuria, ya que el último tren sale de allí a las 17,20h en temporada baja y a las 18,20 en temporada alta.

La Tarjeta de Residente permite viajar en el cremallera y el telecabina de manera ilimitada durante nuestra estancia, a un precio muy reducido respecto al precio normal

Es muy importante tener en cuenta los horarios del telecabina y del tren cremallera. De no hacerlo, corremos el peligro de quedarnos «tirados» en el albergue del Pic de l’àliga o en Nuria.

Visita a la villa milenaria de Queralbs

Una mañana, después de desayunar nos bajamos a Queralbs. Primero cogimos el telecabina hasta Nuria, y desde allí el cremallera hasta el pueblo. Coordinando los horarios del telecabina con los del cremallera, nos plantamos en Queralbs en menos de media hora.

Aprovechamos para acercarnos al parking de la estación, para recoger un juguete «muy importante» que mi hijo se había dejado en el coche. Desde la estación subimos andando hasta el pueblo y enseguida llegamos a la Plaça del Raig, que también sirve como pequeño aparcamiento.

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Plaça del Raig, en Queralbs.

Breve geografía e historia de Queralbs

Queralbs está situado a los pies del monte Puigmal, en el Pirineo catalán, comarca del Ripollés, província de Girona. Su población no llega a los 200 habitantes. Al norte y al oeste limita con los municipios franceses de Montlluís y Sallagosa, respectivamente. Al sur y al este con Ribes de Freser y Setcases. Tiene agregados los núcleos de Fustanyà, Nuria, La Farga, Rialb, Serrat y Vilamanyà. Dista 112 km de Andorra la Vella, 122 km de Girona y 126 km de Barcelona.

Es una villa milenaria, mencionada en el acta de consagración de la Seu d’Urgell en el año 839 (Keros Albos). Gracias a la abundante agua de la zona, existen cinco centrales hidroeléctricas en funcionamiento desde principios del siglo XX. Históricamente fue pueblo de pastores, fraguas y minas, aunque en la actualidad su economía se basa principalmente en el turismo procedente del Valle de Ribes y el Valle de Nuria.

Callejeando por Queralbs

Desde la plaça del Raig entramos de lleno al centro urbano por el carrer Pla, la calle principal del pueblo. Para ver que ambiente se respira en el pueblo, nada mejor que sentamos en la terraza de un bar, y pedirnos un Cacaolat y una caña. Es relativamente temprano, por lo que hay pocos turistas. En el bar de al lado aun no han colocado las mesas y sillas de la terraza. Cuando acabamos, seguimos por la misma calle hasta la plaza del Ayuntamiento.

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Carrer Pla.
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Ayuntamiento de Queralbs.
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El carrer Pla, des del otro extremo de la calle, en la plaza del Ayuntamiento.

Las casas y las estrechas calles son de piedra, típicas de los pueblos de alta montaña, con tejados de pizarra y elementos decorativos de madera. Algunas calles se conservan sin empedrar, conservando lo que supongo era su aspecto original.

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Balcones y tejados con bonitos elementos decorativos de madera.
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Una calle de Queralbs sin empedrar, como probablemente debían ser todas las calles antiguamente.

La iglesia de Sant Jaume (s.XII)

Desde la plaza del Ayuntamiento, subimos por el carrer de l’Església, y llegamos a la iglesia de Sant Jaume (s.XII), uno de los monumentos románicos más importantes de la comarca del Ripollès. Fue construida para sustituir una anterior, consagrada en 978. Destaca el pórtico compuesto por seis arcos descansando sobre cinco columnas de mármol pulido, considerado uno de los mejores ejemplos de porche del románico catalán.

Iglesia de Sant Jaume (s.XII) Queralbs
Iglesia de Sant Jaume (s.XII).

Después de llegar a la iglesia, volvemos paseando hasta la estación del cremallera, desde donde regresamos a Nuria y al albergue del Pic de l’àliga. La visita al pueblo nos ha llevado poco más de una hora, incluyendo el tiempo que hemos pasado en la terraza del bar. Si tenéis tiempo, podéis acercaros a alguno de los núcleos agregados de Queralbs.

👉 En la categoría Catalunya encontrarás todos los lugares que visitamos de esta bella región.

👉 En la etiqueta Girona encontrarás todos los lugares que visitamos de esta bella provincia catalana.

Información útil

Oficina de Turismo del Valle de Ribes: Ctra. de Bruguera, 2 – 17534 Ribes de Freser

Turismo Vall de Nuria: Página web

Turismo comarca del Ripollés

La leyenda de San Gil (en catalán)

➕ Girona

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18 comentarios en «Queralbs, el Valle de Nuria y el albergue del Pic de l’àliga»

  1. ¡Qué pasada de lugar! y qué buenísima entrada habéis escrito sobre el sitio. Desde luego es para pensarse el cogerse el coche y pasar allí unos días.
    La verdad es que me encantan las entradas que cuentan leyendas, así que la de la Virgen de Nuria me ha gustado muchísimo. Desde luego la Basílica es una auténtica pasada.
    Me alegro haber descubierto vuestro blog. Seguro que volveré.
    Un fuerte abrazo!!!

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  2. Madre mía, qué sitio más espectacular. Las fotos son una pasada. No sé yo si es un sitio para relajarse con tantas actividades jajaja lo que tengo claro es que hay que ir allí de escapada para salir de la rutina y cambiar de aires 😉
    Un abrazo

    Responder
    • Bueno, todo depende de tu manera de relajarte, jajaja! Hay personas que para relajarse se pegan una caminata de 6 horas o más… Pero el lugar invita a la relajación, sobretodo el albergue del Nido del Águila. A partir de las cinco de la tarde cierran el telesilla y ya no te puedes mover de allí. ¡Relax total! Gracias por el comentario Erika.

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  3. Recuerdo la Vall de Núria con mucho cariño ya que estuve con mis compañeros de 4° de la ESO hace ya 16 años. Me lo pasé genial allí y me encantó el entorno, y aunque no llevábamos trineo, nos lanzamos también pos la ladera de la montaña nevada ?

    Me has hecho recordar esos momentos. Gracias.

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    • Gracias a ti Marina. En nuestro caso, el trineo iba incluido en el precio de la entrada a la zona lúdica de Nuria. Yo solo lo probé un par de veces, pero mi hijo en cuanto descubrió la «pista de bajada de trineos» ya no se movió de allí. Y la verdad es que me lo pasé en grande viendo como bajaba, se estrellaba, se volvía a montar, se la volvía a pegar… Hasta que llegaba abajo de todo y volvía a coger el trineo y subía hasta el inicio de la pista para repetir el ciclo una y otra vez… ¡Las cámaras de fotos de los padres sacaban humo! 🙂 🙂 🙂

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  4. Me ha encantado! El post está genial y el sitio parece una pasada. De esos que enganchan y no te quieres ir. Me están entrando ganas de ir para la montaña. Un lugar para tener en cuenta, desde luego. Y las fotos de Queralbs… que decir, los pueblos de montaña me enamoran…

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    • Muchas gracias Lucía. La verdad es que es muy bonito. Cierto que hay muchos lugares y pueblos preciosos en los Pirineos, pero a los que no se pueda llegar en coche no tantos. Y menos aun, lugares que para acceder a ellos debas hacerlo con tren cremallera, como Nuria.. Y para rizar el rizo, si además quieres subir hasta el albergue del Nido del Águila súmale el telesilla… La verdad es que es que son lugares muy especiales, como mini-aventuras en la montaña, pero accesibles a todo el mundo.

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    • ¡Hola Maribel! La primera vez que estuve fue en verano de 2013 cuando nació mi hijo. En verano es igual de bonito, pero diferente, ya que no hay nieve. A parte de eso, la experiencia vale la pena; el tren cremallera, el telesilla, las vistas desde el albergue del Niu de l’Àliga siguen siendo preciosas, solo que el verde sustituye al blanco. Para compensar, puedes hacer algunas excursiones que en invierno cuando está nevado no son muy aconsejables si no eres una excursionista experta. ¡Saludos!

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    • La verdad es que es una zona muy bonita. Lo de no poder llegar en coche le da un toque muy especial, y el trayecto en tren cremallera y el telecabina es realmente emocionante. ¡Muchas gracias por comentar, Pilar!

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