Suiza es un país para disfrutarlo despacio. Pasamos por allí por primera vez fugazmente, durante nuestro legendario Viaje en caravana por Europa durante 33 días y 32 noches (nuestro primer gran viaje en caravana). Rodeado por gigantes como Francia, Alemania e Italia (además de Liechtenstein y Austria), tiene de todo.
Montañas espectaculares, naturaleza exuberante, grandes y modernas ciudades, pueblos de cuento… No tiene mar, pero eso no quiere decir que no tenga playas, ya que en Suiza se encuentra el lago Lemán, el mayor lago de Europa Occidental. En fin, que Suiza tiene de todo, y bueno.
Friburgo es una de esas ciudades con una personalidad arrolladora. Transmite elegancia y parsimonia, y esconde algunos preciosos rincones que realmente parecen sacados de una época pasada, como si en ellos el tiempo se hubiese detenido para siempre.
Gruyères, uno de los pueblos más bonitos de Suiza —el más bonito de todos para algunos—. El lugar es famoso por su queso, conocido en el mundo entero, pero no todo el mundo conoce su peculiar conexión cinematográfica.
Lausana es una ciudad con las características exactas que nos gustan. Ni demasiado pequeña ni demasiado grande, mucho para ver y un entorno envidiable. Descubrimos Lausana, la ciudad del Museo Olímpico y el mayor lago de Europa Occidental.
Al lado del lago Léman, el Camping de Vidy es perfecto para visitar Lausana y alrededores. Algo que nos gustó mucho es que el camping proporcionaba gratuitamente a sus clientes abonos de transporte público para visitar la ciudad.