Toulouse, capital de Occitania y la Cité de l’Espace

Toulouse es una de las ciudades más grandes de Francia, y además alberga un interesante parque temático dedicado al espacio, nada más y nada menos. Visitamos la capital de Occitania, la ‘Cité de l’Espace’ y te lo contamos

toulouse

Visitar la Ciudad de Tolosa (Toulouse) y la Ciudad del Espacio (Cité de l’Espace), en Francia, era el objetivo de esta etapa de nuestro viaje por Occitania. Lo primero que hay que aclarar es que esto no es una guía de Toulouse. Estuvimos en la ciudad tres días. El primero, como llegamos a media tarde, lo dedicamos a instalarnos en el apartamento de AirBnb.

Cuando acabamos, cogimos un autobús urbano para acercarnos al centro. Las horas pasaron sin darnos cuenta y nos volvimos al apartamento. El segundo día lo dedicamos a visitar la famosa Cité de l’Espace. El tercero lo teníamos reservado para conocer un poco la ciudad, pero nos acercamos a Albi, la bella cuna de la herejía albigense y allí pasamos casi todo el día. Así que Toulouse solamente la vimos a ratos. Y es una lástima, porque lo que vimos nos gustó mucho. Volveremos.

De Carcassonne a Toulouse

Nos dirigimos a Toulouse, después de las dos primeras etapas en Narbona, la tranquila y bella ciudad archiepiscopal y ‘La Cité’ de Carcassonne, una ciudad de película única en Europa. Entre esta última y Toulouse, nos desviamos ligeramente de la ruta para visitar el bonito pueblo de Castelnaudary, la capital mundial del cassoulet.

Retomado el camino, paramos en un pequeño descampado al lado de la carretera, en un lugar indeterminado entre Castelnaudary y Toulouse, que seguramente no sabría encontrar en el mapa. Es hora de comernos los deliciosos bocadillos de baguette con tomate y jamón serrano que llevamos preparados.

Abro la puerta del maletero de nuestro coche y me siento en él, escuchando la música de la radio. Mi hijo juega. Sube y baja una y otra vez por un gran montón de grava, posiblemente sobrante de alguna reparación en la carretera. Miro como juega feliz, creyéndose el rey de la montaña. 

Unos metros más allá, una autocaravana con la puerta abierta de par en par y sus dos ocupantes tomando café en el interior. Probablemente hemos tenido la misma idea y también han hecho un alto en el camino para comer y descansar.

Tras la comida, retomamos el camino. El GPS insiste en llevarnos hacia la autopista, aunque circulamos por una carretera secundaria (D2) que también va a Toulouse. Se tarda casi media hora más, pero nuestro destino está muy bien indicado y no tenemos prisa.

Pasamos por localidades por donde puede que no volvamos a pasar nunca más. Puginier, Saint-Felix-Laugarais, Labastide-Beauvoir, Fourquevaux… Colores verdes y frescos, cálidos amarillos; imponentes plataneros a los lados de la carretera, campos de maíz y girasoles… como un cuadro de Van Gogh.

Llegando a Toulouse

Pronto llegamos a Toulouse, capital del departamento del Alto Garona y de la región de Occitania. Es una ciudad grande, con casi medio millón de habitantes. Se nota. Antes de llegar al centro urbano, pasamos al lado de polígonos industriales, zonas comerciales y suburbios.

Hacia las 3 de la tarde llegamos a nuestro destino, un apartamento de AirBnB en el barrio de Guilheméry. Al lado de la Avenue de la Gloire y del cementerio de Terre Cabade, y cerca del omnipresente Canal du Midi y el centro de la ciudad. 

Llegamos antes de la hora prevista, así que aparcamos —muy fácilmente— justo delante del apartamento y nos esperamos. Es un barrio residencial muy tranquilo, con casas de uno o dos pisos y en muchas de ellas, jardín en la parte de atrás . Muy poco tráfico de coches y peatones, y los pequeños comercios de proximidad restringidos a las calles principales.

Toulouse
El Canal du Midi en Toulouse.
 

El apartamento de AirBnB

Mientras esperamos la hora prevista, aprovechamos para estirar un poco las piernas. Nuestra presencia en la calle desierta llama la atención, y pronto sale alguien de la casa donde tenemos reservado el apartamento. Es Anne, la propietaria. Nos ha visto merodeando y ha creído, acertadamente, que éramos sus huéspedes.

No habla nada de español, y mi francés es muy básico. Aún así, nos entendemos. Nos dice algo así como ¿Se puede saber que hacéis en la calle? ¿Porqué no habéis llamado a la puerta? Le digo que aún no es la hora prevista, pero nos invita a pasar igualmente.

Anne es una señora simpática, guapa y elegante. Nos acompaña al jardín privado, que separa la casa de los propietarios de «nuestro» apartamento. La hemos pillado en plena limpieza, esa misma mañana se han marchado los últimos inquilinos. Mientras acaba la faena, nos invita a bañarnos en la piscina o esperarnos sentados a la sombra de los árboles.

Sí, el jardín dispone de piscina privada, que los huéspedes pueden utilizar. Un lujazo. Cuando acaba la puesta a punto, nos enseña el apartamento. Es pequeño, pero muy bien arreglado y muy acogedor. Aquí vamos a pasar tres días inolvidables.

Toulouse
El apartamento de AirBnB cuenta con un bonito jardín y una espléndida piscina.

Primer contacto con Toulouse

Al rato, después de una buena ducha, nos disponemos a ir al centro de la ciudad. Para ello, tomamos un autobús de transporte público que tiene parada a cinco minutos andando del apartamento. Nos apeamos en la Place Jeanne d’Arc, en una pequeña estación de autobuses urbanos desde donde empiezan y acaban diversas líneas.

Toulouse
La estación de buses urbanos de la plaza Jeanne d’Arc. De acuerdo, no es ningún monumento, lugar glamuroso ni turístico. Pero nos vino muy bien saber desde donde salían los buses 🙂 Se convirtió en nuestro particular «centro neurálgico» mientras estuvimos en Toulouse.

Desde allí, paseando, cruzamos por el bullicioso Boulevard d’Estrasbourg, y siguiendo en línea recta por la Rue de Rémusat llegamos en cinco minutos a la Place du Capitole, centro neurálgico de la ciudad. En la inmensa plaza, sin tráfico rodado, desembocan diversas calles peatonales llenas de bares, restaurantes y comercios. Hay mucho ambiente, con gente paseando, comprando, turistas y viajeros.

Toulouse
Place du Capitole. Este sí que es un lugar de visita obligada. El edificio del ayuntamiento es tan grande que no había manera de enfocarlo entero con la cámara del móvil.

Nos dirigimos a la Oficina de Turismo, situada en la plaza Charles de Gaulle, en la parte de atrás del gran edificio del ayuntamiento. Cogemos algunos folletos y nos metemos en la estación de metro (Capitole) que se encuentra justo delante de la oficina de turismo. Allí compramos un abono de 10 billetes de transporte público, en una práctica máquina con instrucciones en castellano.

A continuación, paseando por la Rue Lafayette llegamos a la gran rotonda que forma la Place du Président Thomas Wilson. Nos sentamos en una terraza a tomar algo, ya que hace bastante calor. Contemplamos el espectáculo de gente y tráfico durante un buen rato.

Toulouse
Una de las calles peatonales cerca de la Place du Capitole. El centro de Toulouse es animado, agradable y limpio.

Ya descansados y frescos, continuamos el paseo por diversas calles peatonales alrededor de la Place du Capitole, en dirección a Jeanne d’Arc. Allí cogemos el bus de vuelta al apartamento. Cuando llegamos, bañador y de cabeza a la piscina.

Tenemos la suerte que en ese momento llega Patrick, el marido de Anne. Un señor muy agradable y simpático, que además habla español. Se mete en la piscina y enseguida hace buenas migas con mi hijo. Luego, cena y a dormir temprano.

Desayuno en Guilheméry

Segundo día en Toulouse. Hoy no madrugamos. Nos quedamos en la ciudad. Además estamos de vacaciones y no hace falta castigarse cada día con madrugones. Este día está dedicado a mi hijo Julià. Vamos a visitar la Cité de l’Espace, un parque temático que como su nombre indica, está dedicado al espacio. Pero antes, claro, toca desayunar.

Así que nos disponemos a comprar una baguette en el colmado más próximo, a unos cinco minutos andando, en el mismo barrio de Guilheméry, que es donde se encuentra nuestro apartamento. Antes de salir a la calle, nos encontramos con Anne cuidando el jardín. Nos saluda con un alegre «Bonjooouuuur!!!«.

Le respondo Bonjour!!!, y en vez de quedarme calladito y seguir nuestro camino, continuo la frase, así como suena: — «Nus alons a comprer pain!!!»…. Evidentemente la frase no tiene demasiado sentido, ya que «comprar» en francés no es «comprer». —«Vous voulez dire «acheter» du pain» nos contesta con una gran sonrisa… Pues eso.

La Cité de l’Espace

Después de desayunar como campeones en el apartamento, tomamos el bus urbano a la Cité de l’Espace hacia las 11,30 de la mañana. A pesar de estar en pleno agosto, no hay ninguna cola para entrar. 

La Cité de l’Espace (Ciudad del espacio) es un parque temático inaugurado en 1997, y está dedicado al espacio y la exploración espacial. Cuenta con 2.500 m² de exposiciones, 5 hectáreas de jardines, cine IMAX 3D con pantalla gigante, planetarios y simuladores.

Toulouse Cité de l'Espace
La entrada a la Cité de l’Espace, desierta. Creo que hasta oímos cantar algún grillo.
_

Después de pasar por la recepción, entramos de lleno en el parque. La primera impresión es espectacular, destacando la réplica a tamaño real (53 metros) del cohete espacial Ariane 5. Fue un poco decepcionante descubrir que el cohete no se puede visitar por dentro, es puramente decorativo. En la base del mismo encontramos una área infantil con diversas salas con juegos para los más pequeños, la Base des enfants.

Al lado del Ariane 5 teóricamente debería haber una ‘base de lanzamiento’ de cohetes de agua, pero durante las horas que estuvimos allí no hubo nadie ni por supuesto ningún lanzamiento. En el jardín, entre otras cosas, encontramos un laberinto vegetal un tanto destartalado, y también un pequeño parque infantil.

Toulouse
La reproducción a escala real del Ariane 5 destaca entre los artefactos espaciales del jardín de la Ciudad del espacio.

El cohete Ariane 5 empezó a diseñarse en 1984 por encargo de la Agencia Espacial Europea (ESA), con el objetivo de colocar satélites en órbita

La estación espacial Mir y la cápsula Soyuz

Otra nave que llama mucho la atención es el modelo a escala real de la estación espacial Mir. Esta vez sí podemos visitar el interior. A pesar de la poca gente que hay, debemos que hacer una pequeña cola para acceder dentro y pasar por los diferentes módulos. Imagino que en un día de mucha afluencia será una cola bastante más larga, al ser una de las atracciones principales del parque temático.

Estación espacial Mir, en la Cité de l’Espace.

Justo debajo de la Mir está el módulo de la nave Soyuz. Se puede entrar en su minúscula cápsula con capacidad para tres astronautas. También tuvimos que hacer un rato de cola, porque solamente se podía entrar de uno en uno o máximo de dos en dos. Y eso, repito, a pesar de que ese día el parque estaba prácticamente vacío. Me chocó bastante que solamente entraban los niños, mientras los padres se quedaban en la puerta, como si fuese una atracción exclusivamente infantil.

Toulouse
Interior diminuto de la cápsula de la nave Soyuz.

Proyecciones y documentales

A parte de estos artefactos espaciales, el parque cuenta con diversos espacios muy interesantes, como dos planetarios donde se proyectan películas y documentales espaciales. Uno de ellos, Astralia, cuenta con una pantalla semiesférica de 600 m² y un cine IMAX. Nosotros estuvimos en el Stellarium, al lado de la recepción.

Vimos una película de dibujos animados titulada «Polaris» en una pantalla de 360°, en la cual un pingüino y un oso explican los misterios de la noche polar. La vimos en francés porque no nos dimos cuenta que a la entrada había unos auriculares-traductores…

También estuvimos viendo un par de documentales. En el Planetario viendo uno sobre auroras boreales, y en el cine IMAX otro sobre el espacio, ambos bastante entretenidos. Los vimos en francés, aunque al menos en uno de ellos recuerdo haber visto auriculares traductores, que se deben recoger a la entrada.

En el mismo edificio hay una cafetería donde cobran el litro de agua a más del doble del precio de la gasolina (que ya de por sí es carísima en Francia). En el hall había expuesta una nave de exploración de Marte, el rover americano Curiosity.

El Terr@dome solamente lo vimos por fuera. A las 15,30 se proyectaba la última sesión en español, pero a esa hora ya estábamos en el edificio de las exposiciones, que fue nuestra última visita en la Cité de l’Espace.

El rover de exploración marciana "Curiosity"
El rover de exploración marciana «Curiosity».

Las exposiciones

El día es muy caluroso. Pasearse de un edificio a otro por los jardines desnudos de árboles ni sombra es un sufrimiento. Seguro que la calor insoportable nos influyó mucho en nuestro ánimo, e hizo que una vez visto lo más «importante», tuviésemos ganas de largarnos a darnos un baño en la piscina del apartamento. Así que regresamos al primer edificio, donde se halla la recepción, el Stellarium y las exposiciones. Y la salida.

Realmente las exposiciones son bastante interesantes. Además representan un descanso, ya que no sufrimos la canícula del exterior. El espacio se divide en tres pisos, con infinidad de exposiciones, salas multimedia y experiencias interactivas.

Pero debo ser sincero: Yo ya estoy más pensando en la piscina que en lo que estoy viendo. Acabamos el recorrido más que nada por mi hijo, que aunque no le veo demasiado entusiasmado. Pero tampoco muestra tanto interés como yo en irse de allí cuanto antes.

Toulouse
Pasillo de uno de los pisos del edificio de exposiciones.

Nuestra experiencia y opinión de la Cité de l’Espace

Indiscutiblemente cada persona es un mundo, y cada experiencia es personal e intransferible. Antes de decidir nuestra visita a la Cité de l’Espace, habíamos buscado información y opiniones por internet. En general todo pintaba muy bien.

El precio de la entrada es de unos 24,50 euros/ adulto y 18 euros / niño. No es caro para lo que ofrece, según nuestra opinión. El parque temático es, sin duda alguna, uno de los más famosos de Europa. Vaya, que la Cité de l’Espace lo tenía todo a su favor. Me gustaría decir que la Cité de l’Espace cumplió con las altas expectativas que habíamos puesto en él. Pero…

Creo que fue un error crear unas expectativas tan altas. Como cuando alguien te dice que una película es extraordinaria, que no te la puedes perder, que es de las mejores que ha visto en su vida… se crean unas expectativas que, por culpa de poner el listón tan alto, a veces no se cumplen. Es lo que nos pasó con la Cité de l’Espace. Con total seguridad, ir allí sin tantas expectativas hubiese sido más adecuado.

También es verdad que la calor y el sol abrasador de ese día nos influyeron mucho. Probablemente ese debió ser uno de los motivos de que el parque estuviera medio vacío a pesar de visitarlo en pleno agosto.

La verdad es que al llegar nos sorprendió un poco que no hubiese prácticamente nadie en la entrada. Entramos completamente solos, después de que dos operarios nos registraran. Otro error fue no tener claro des del primer momento que la Cité de l’Espace es un parque temático más enfocado a la ciencia que al entretenimiento.

Hay algunas actividades y espacios para los más pequeños (que no atracciones), pero en general es un lugar ideal para auténticos aficionados a la temática científica-espacial. Aun así, si se visita Toulouse, la Cité de l’Espace es una visita indispensable. Es entretenido, ameno y muy instructivo. Basta con moderar un poco las expectativas y saber donde vamos a meternos.

Toulouse
Parque infantil en la Cité de l’Espace.

Salimos del parque temático alrededor de las cinco de la tarde, por tanto habíamos estado en la Cité de l’Espace unas cinco horas. Ya fuera, tomamos un bus urbano hasta el apartamento. Nos metimos en la piscina y «nos vengamos» de la calor que habíamos sufrido durante todo el día.

Tras el refrescante baño y un rato de cogimos el bus y volvimos al centro histórico, sin ningún destino en concreto. Paseamos sin rumbo, tomamos algo en una terraza y regresamos a «casa». Nos fuimos a dormir muy pronto.

🎡 En la etiqueta Parques Temáticos encontrarás reseñas sobre otros parques temáticos que hemos visitado.

Último día en Toulouse

Al día siguiente nos despertamos temprano. Vamos a comprar una baguette y desayunamos. Este día tenemos previsto dedicarlo completamente a visitar Toulouse. A las 11 de la mañana estamos en la Place du Capitole, donde hemos reservado por internet una Free tour por Toulouse en español.

Como siempre digo, los free tours son una estupenda opción para conocer una ciudad. Sobre todo cuando no se dispone de mucho tiempo. Son económicos (solo se paga la voluntad), y lo mejor es que los guías siempre son verdaderos expertos, con los que vas a descubrir rincones e historias que difícilmente conocerás a tu aire.

Intento fallido de viaje en la Gare Matabiau

Paseando por el centro histórico se nos ocurre ir a la estación de ferrocarril para verla. Nos encontramos en la Place du Président Thomas Wilson y en mi lamentable francés pregunto a un chico que pasa por allí para ir a la estación, la Gare Matabiau. La situación fue graciosa, porque debió reconocer mi acento y me contestó en un español casi tan lamentable como mi francés.

Pero como siempre, cuando hay voluntad hay entendimiento. Siguiendo sus indicaciones, recorremos toda la avenida Jean Jaurès hasta la Mediathèque José Cabanis, y luego seguimos por el Boulevard Pierre Sémard, donde encontramos la estación.

Toulouse
Mediathèque José Cabanis, al final de la avenida Jean Jaurès.

Durante el paseo, decidimos que si encontramos un tren que nos lleve a Albi, lo cogeremos. Albi es una ciudad que tenemos incluida como «posible visita» en nuestra agenda. Había leído mucho sobre ella antes de iniciar el viaje, y todo bueno. Aunque hasta ese momento, las posibilidades de visitarla habían quedado algo rezagadas.

Una vez en el interior de la estación, ya no veo tan claro llegar hasta allí en tren. Hay mucha gente y muchas colas. Preguntamos a una chica que atiende al público y nos señala unas colas tremendas para sacar los billetes. Casi inmediatamente, decidimos volver hasta el apartamento, coger el coche y llegar a Albi por carretera. Son las 12,20h.

Gare Matabiau Toulouse
Gare Matabiau (estación de ferrocarril).

Lo que hay que ver en Toulouse

Las cosas son como son. La decisión de visitar Albi sentenció nuestra estancia en Toulouse. No pudimos conocer muchas de las cosas que llevábamos en la agenda, y que habíamos dejado para nuestro último día en la ciudad: El interior del Capitole, la Basílica de Saint Sernin, el convento de los Jacobinos, el Pont Neuf sobre el río Garona, la plaza de Saint-Georges, el Jardín de Plantas o el Museo de Historia Natural (el segundo más grande de Francia)….

Si vas a visitar la ciudad rosa quizás te interese la tarjeta turística Toulouse Pass Tourisme. Con ella se ahorra tiempo y dinero, al tener entrada gratuita a una gran cantidad de puntos turísticos de la ciudad, además de poder utilizar de forma ilimitada el transporte público. Encontrarás más información sobre el Toulouse Pass Tourisme aquí.

A cambio de no conocer tan bien como nos hubiese gustado la capital de Occitania, descubrimos una joya como Albi, la bella cuna de la herejía albigense, probablemente la ciudad más bonita que vimos en nuestro viaje a tierras occitanas. Pero eso es otra historia. O mejor dicho, otro post. Au revoure Toulouse!!

narbona

ℹ️ Encontrarás información adicional sobre este viaje y lugares interesantes que ver en Occitania en Occitania: Cataros, castillos y pueblos con mucho encanto

ℹ️ Información útil

.

➕ Occitania

👉 En la etiqueta Occitania encontrarás todos los lugares que visitamos de esta bonita región francesa.

Esto te puede interesar

2 comentarios en «Toulouse, capital de Occitania y la Cité de l’Espace»

    • Yo fuí con mi hijo de 6 años. Como digo en el post, la verdad es que no estuvimos mucho tiempo en la ciudad. Más que nada la utilizamos como base durante tres días para visitar lugares cercanos como Albi, y por supuesto la Cité de l’Espace. El centro de la ciudad me pareció muy bonito, bien cuidado y animado, con muchas calles peatonales llenas de comercios y cafés. Con mucho ambiente. Por supuesto la Cité de l’Espace es un lugar para visitar obligatoriamente si vais con niños. En un día hay más que suficiente para visitarla, y se lo pasarán muy bien. Por lo demás, pues la verdad es que se nos quedaron muchas cosas por ver que teníamos previstas, que creo que hubiesen valido la pena, como el Jardín de Plantas o el Museo de Historia Natural (según leí, el segundo más grande de Francia). En el post tienes algunos enlaces de blogs donde seguro que encontrarás más información. Muchas gracias por el comentario Verónica.

      Responder

Deja un comentario