La Encamisada de Falset, una de las fiestas más típicas del Priorat

En Falset (Tarragona) se celebra Encamisada de Falset (l’encamisada), que junto a la Feria del vino que se celebra en esta misma localidad, es una de las fiestas más populares y representativas de la comarca del Priorat. Desde luego, está incluida en las 10 cosas imprescindibles que ver y hacer en el Priorat.

La Encamisada de Falset se lleva a cabo anualmente, durante el fin de semana más próximo a la onomástica de San Antonio Abad (17 de enero). Estuvimos en Falset el domingo, segundo y último día de las celebraciones, cuando tiene lugar una de las actividades más populares: los Tres Tombs, una tradición vinculada a la festividad de Sant Antoni que también se celebra en otros municipios de Catalunya.

Aunque solo pudimos disfrutar de las actividades del domingo, vale la pena comentar que el sábado tienen lugar actividades también interesantes, como el pregón o el desfile de carros y caballerías. La particularidad de Falset en el ámbito de la festividad de San Antonio respecto a otras poblaciones, es que también se celebra la Encamisada.

Que es la Encamisada de Falset

La encamisada de Falset es una fiesta que conmemora la victoria de los falsetanos ante las fuerzas enemigas. Hay versiones diferentes sobre quien eran los enemigos. O las tropas napoleónicas (hacia 1810), o bien tropas de Felipe V durante la Guerra de Sucesión (1700-1714). Efectivamente, una encamisada es, según el diccionario de la RAE, un «Ataque militar que se realizaba de noche por sorpresa y cubriéndose los soldados con una camisa blanca para no confundirse con los enemigos».

carruaje encamisada Falset

Antiguamente, los participantes en la Encamisada de Falset eran agricultores que salían a pasear por las calles con sus carros y mulas. San Antonio Abad está considerado el patrón de los animales de pie redondo y animales domésticos, así como de los arrieros. Hasta los años cincuenta del siglo pasado solo participaban los hombres.

Hoy en día las cosas han cambiado. Los animales de trabajo prácticamente han desaparecido, y las personas que participan lo hacen en grupos familiares o de amigos, en un ambiente festivo. En algunas ocasiones se alquilan los animales y/o los carros, procedentes de otros lugares. Aunque en Falset y otros pueblos de la comarca se conservan algunos de los modelos originales restaurados que hoy podemos ver.

carro agrícola restaurado
Un viejo carro agrícola de Falset restaurado.

Sea como fuere, la Encamisada de Falset destaca por la gran participación popular, la espectacularidad y la buena puesta en escena. Hoy son casi sesenta carros y carruajes relucientes, adornados sobriamente —no son carrozas— con sus conductores. Además, claro está, de sus respectivos pasajeros y acompañantes de a pie. También una veintena de caballos con sus jinetes, todos ellos ataviados con trajes tradicionales y camisas blancas.

La comitiva se concentra delante del edificio de la Bodega Cooperativa de Falset hacia las 8 de la mañana. Es donde donde se celebra el desayuno popular. Como llegamos un poco tarde y hace frío (alrededor de 2 °) preferimos un desayuno de «cuchillo y tenedor» cómodo y cálido. Va a ser una longaniza al estilo Priorat, en el mítico Hostal Sport (c/ Miquel Barceló 4-6).

Hacia las 11 de la mañana ya hemos acabado de desayunar. Vemos la larga comitiva iniciando el desfile hacia la Plaza de la Iglesia. La temperatura es un poco más agradable que hace un par de horas, gracias al sol que templa el ambiente. Los últimos miembros de la comitiva pasan ante nosotros. El numeroso público llegado de toda la comarca se agrega al desfile, llenando las calles de bullicio y animación.

Cuando llegamos a la Plaza de la Iglesia no cabe ni una aguja. Mucha gente va entrando al templo. Otros se dispersan hacia los numerosos bares y terrazas de la localidad a disfrutar de un típico Vermut de Falset. Progresivamente, la plaza se va vaciando. Finalmente quedan en ella casi únicamente los carruajes con sus animales y sus conductores.

No somos muy de misa, pero queremos entrar aunque sea solo para ver el interior del templo en todo su esplendor. Y obviamente, para  contemplar la representación de la Jota de Falset que tendrá lugar durante el oficio religioso. Finalmente lo conseguimos, aunque llegar cerca del altar donde tiene lugar a actuación nos ha costado. No somos los únicos que hemos tenido la misma idea.

Encamisada de Falset
Aspecto que presentaba la plaza de la iglesia.
 Encamisada de Falset, jota de Falset
Pudimos llegar hasta una buena posición para ver la Jota de Falset. Otra cosa es que las fotos salgan bien 🙂

Cabe destacar que durante los días en que visitamos Falset, se expone en la iglesia una antigua pila bautismal del siglo XIV. El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) la ha cedido al Ayuntamiento durante dos años. Se trata de una pieza de mármol de gran valor histórico, con los escudos de Falset y del Condado de Prades. La pieza formaba parte de la desaparecida iglesia que formaba parte del castillo de los condes de Prades.

Aquí, en plena narración de la Encamisada de Falset, abrimos un paréntesis. El antiguo castillo de los Condes de Prades es un monumento histórico del siglo XII restaurado. Actualmente acoge el Archivo Comarcal del Priorato y el centro museístico Castell del Vi (Castillo del Vino). Es un bonito espacio dedicado a la viticultura y el vino, tan presentes en esta comarca. Se encuentra en la parte alta del pueblo, coronando el barrio de Malanyet, y se llega fácilmente paseando por el núcleo histórico. Aunque hoy no lo hemos visitado —estuvimos hace muy poco y las dos fotos que siguen son de entonces— es una visita imprescindible. Cerramos paréntesis.

Castell del Vi
Una de las salas del Castell del Vi.
Una gran sala del castillo
Una gran sala del castillo, donde se organizan actividades culturales y enoturísticas. El techo de madera es espectacular.

En cuanto acaba la exhibición de la Jota de Falset, salimos de la iglesia. Esperamos que acabe la misa, mientras admiramos de cerca los carruajes aparcados en la plaza. Conversamos con algunos de sus propietarios y hacemos fotos. Mientras, en el interior de la iglesia tiene lugar la bendición de los panets de Sant Antoni (panecillos de San Antonio). A la salida de oficio, es tradición que vecinos y visitantes adquieran los panecillos bendecidos.

Llama mucho la atención la velocidad a la que se acaban. El remolque de un tractor lleno de panecillos se ha transformado en improvisada panadería. Las 1.500 unidades disponibles se agotan en pocos minutos ante la avalancha de clientela. Nos cuentan que las ganancias que se obtienen de la venta de los panecillos son el soporte económico básico de la fiesta.

Encamisada de Falset, panecillos de San Antonio
Momento en que salen de la iglesia las aportaderas llenas de panecillos bendecidos.

A continuación, la comitiva recorre de nuevo las calles de Falset, para dirigirse hacia la típica plaça de la Quartera. Allí se va a celebrar el acto más esperado de la Encamisada de Falset: los tradicionales Tres Tombs a la falsetana. Esta plaza se caracteriza por su desnivel. Es una plaza porticada, con una gran coca central y dos calles laterales, como una pequeña rambla. 

Los carruajes, caballos y jinetes empiezan a salir de plaza de la Iglesia. Se disponen a recorrer el itinerario previsto hasta la Quartera. Muchos de los asistentes prefieren acortar el camino, accediendo directamente por las callejuelas del casco antiguo. En poco tiempo la plaza está abarrotada. Todo el mundo busca un buen sitio donde disfrutar del espectáculo. Llegamos de los primeros, y conseguimos colocarnos en un lugar estratégico. Desde nuestro sitiazo podremos observar —en primera fila y de frente— a los carros cogiendo impulso desde la parte baja de la plaza y subiendo al trote aprovechando la inercia. 

Todo el mundo está en sus puestos. A la una y cuarto, la Banda de Música Vila de Falset aparece por la parte baja de la plaza, abriendo el cortejo a ritmo de Paquito el chocolatero.

Encamisada de Falset banda de música
La banda de música en la Plaça de la Quartera.

A continuación, de uno en uno, empiezan a aparecer por la parte baja de la plaza los primeros carros y carruajes. El ambiente es realmente estupendo. Muchas familias, niños, adultos, abuelos y gente de todas las edades aplauden y animan. Los carros participantes encaran la cuesta, cogen carrerilla y llegan hasta delante del ayuntamiento. Una vez allí continúan el trayecto, ahora llaneando por delante del consistorio y girando para bajar por el otro lado de la plaza. La Encamisada de Falset en todo su esplendor.

Estamos tan bien ubicados que nos cuesta mantener la posición. Un fotógrafo armado con unos objetivos impresionantes se me pone delante continuamente. La cosa se complica cuando dos señoras se colocan justo delante de mis narices. Tan cerca que tengo que meter la cámara entre sus dos cabezas para conseguir alguna fotografía. A pesar de todo, reina el buen humor y todos disfrutamos de la fiesta sin contratiempos.

El último carro en subir es el que lleva la imagen de San Antonio. A continuación es el turno de las caballerías, que como no estiran ningún carro, pasean triunfalmente sin dificultad. Inmediatamente después y cerrando la comitiva, desfila el pendón de San Antonio.

Encamisada de Falset
Encamisada de Falset

Son casi las dos menos cuarto. Para nosotros, la Encamisada de Falset ha llegado a su fin. Se aproxima la hora de comer. Pero antes, debemos cumplir con el ritual dominical: ir a «hacer el vermut» como se dice por aquí. Así que con unos amigos, nos dirigimos a la acogedora terraza del Lotus (c/ de Baix, 33), un bonito local muy cerca de donde estamos.

Nos pedimos unos vermuts de Falset. Este producto se está volviendo muy popular, dada la afición por estas tierras a esta bebida típica de los mediodías festivos. Luego nos vamos a comer a Marçà, a pocos km de Falset, donde damos por finalizada nuestra particular encamisada.

Os dejamos con este bonito vídeo de Oscar Sánchez sobre la Encamisada de Falset:

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