ℹ️ ESTE CAMPING ACTUALMENTE SE ENCUENTRA CERRADO
El Zugligeti Niche Camping de Budapest fue el aspecto más negativo de nuestra Ruta en caravana por Europa (1): Destino Budapest. En realidad ni siquiera parece un camping a los que estamos acostumbrados. El lugar antiguamente había sido una estación terminal de tranvías, que quedó abandonada. En los años 80 del siglo XX los nuevos propietarios reutilizaron el edificio de la estación como restaurante, y el gran patio lo aprovecharon para usarlo como algo remotamente parecido a un camping. Y por lo que parece, poco ha cambiado desde entonces.
Cuando llegamos, la nuestra es la única caravana. También hay un par de autocaravanas (una italiana y otra eslovena). La visita a las instalaciones donde vamos a pasar una semana es desoladora. Afortunadamente, la mayoría del tiempo que vamos a pasar en Budapest (ver: Budapest, esencias de la vieja Europa) lo haremos fuera del camping, al que prácticamente solo iremos para dormir en nuestra caravana.
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La cruz
Duchas llenas de telarañas con sus arañas, mosquitos de tamaño XXL, zonas de las paredes desconchadas, todo viejo y desvencijado… Sin una sola bombilla que ilumine el camping por la noche, si no llevamos linterna estamos perdidos. Recepción cerrada desde las 20 horas más o menos, y sin nadie vigilando por la noche. No hay puerta, puede entrar quien quiera cuando quiera. «Este camping es una ruina» es lo primero que me vino a la cabeza.
Para rematar, por la noche, a unos diez metros de nosotros se instala una pequeña tienda de campaña con una individua de unos 30 años, que viene a suplicarme que deje de fumar el cigarrillo que acabo de encender. Lo había guardado celosamente para antes de ir a dormir. No sé que me dice porque no entiendo ni una palabra.
Mientras habla se señala la barriga con el dedo, no sé si dice que está embarazada, o si tiene alguna enfermedad rara, o si és alérgica al humo del cigarrillo, o yo que sé… Por la manera y el tono en que se me dirige, creo que la chica no está muy bien de la azotea. En fin, que lo apago para no oírla. Al cabo de no mucho, cuando ella está dentro de su tienda, vuelvo a salir y me lo fumo.
La cara
Dejando de lado las instalaciones, el camping tiene cosas buenas. La dueña, una señora mayor llamada Marta, es muy buena persona y habla algo de español. Parece que ella sola lo hace todo.
El camping está bien ubicado, relativamente cerca del centro. A pocos metros de la entrada se encuentra la parada de bus de la línea 291, con inicio y final de recorrido delante del camping, que nos deja directamente en el centro de Budapest.
Y algo totalmente inusual: en el precio de la parcela está incluido el desayuno, algo que no he visto jamás en un camping. Y ojo con el desayuno: bufet libre con embutidos, huevos duros, salchichas, queso, fruta, leche, café, repostería… Una mañana la señora Marta nos sorprendió con un deliciosa mousaka para desayunar. El precio de la parcela sale por 22,5€ / noche, luz incuída. Y el dia que nos fuimos la sra. Marta nos regaló una botella de vino rosado húngaro.
Las buenas notícias parece que no aun no se acaban, puesto que en el momento de escribir esta reseña, el la página web del camping aparece un aviso de que está cerrado por reformas. Ojalá conviertan ese privilegiado lugar en un camping.
(Fecha de la estancia: Del 18 al 25 de julio de 2021)
Galeria de Fotos
Fecha de la estancia: 18-25/07/2021.
Ubicación Google Maps: https://goo.gl/maps/FkmDpv2SEyX4Q5Rq6
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